Un amplio estudio controlado y aleatorizado ha concluido que los suplementos diarios de ácidos grasos omega-3 no reducen el riesgo de depresión posparto en las mujeres ni mejoran el desarrollo cognitivo de sus hijos pequeños. Sin embargo, un editorial que acompaña al estudio señala que estos suplementos ofrecen otros beneficios y aconseja que las mujeres embarazadas sigan tomando la cantidad recomendada.
Los ácidos grasos omega-3, que incluyen el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA), contribuyen a la salud cardiaca y neurológica. Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3 ayudan a prevenir los coágulos de sangre. En el feto, el DHA contribuye al desarrollo del cerebro. Los estudios de observación sugieren que los ácidos grasos omega-3 también podrían reducir las tasas de depresión posparto.
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