No existe un protocolo específico a seguir en estos casos, probablemente debido a la rareza de la enfermedad. El estado actual y la gravedad de cualquier endoftalmitis en el momento de la detección dictan en gran medida el curso de la gestión; sin embargo, la mayoría de los estudios sugieren un tratamiento temprano y agresivo.24
Actualmente, un estudio y un informe de un caso indican que una vitrectomía temprana puede preservar la visión, pero la mayoría de los casos publicados de endoftalmitis endógena tienen un pronóstico visual muy malo, a pesar de la vitrectomía temprana y las inyecciones intravítreas.12,24,25

4. Cinco minutos después del diagnóstico, la OCT muestra una coriorretinitis OS resuelta.

La literatura centrada específicamente en las endoftalmias endógenas secundarias a C. albicans aconseja que los pacientes con coriorretinitis sola, o con coriorretinitis acompañada de vitritis leve, responderán al tratamiento antifúngico sistémico.5,8,10 Sin embargo, para los casos que presentan una vitritis de moderada a grave, estos informes recomiendan la vitrectomía y la anfotercina o el voriconazol intravítreos, además del tratamiento antifúngico sistémico.5,8,10 La administración intravítrea de la medicación no se realizó en este caso, ya que la muestra vítrea tuvo que enviarse al laboratorio para su cultivo.
Candida albicans es la causa más común de endoftalmitis endógena, que se produce con mayor frecuencia en pacientes inmunodeprimidos, y causa hasta el 92% de todas las candidiasis.24,26-28 Cuando C. albicans es el patógeno aislado, se espera un mejor resultado visual, especialmente en comparación con todos los demás tipos de endoftalmitis endógena.2,29,30 El hecho de que el sistema inmunitario de nuestra paciente estuviera intacto puede haber contribuido al éxito de su tratamiento.
La endoftalmitis se considera una verdadera emergencia médica. Los distintos subtipos de la enfermedad causados por multitud de patógenos que la afectan suelen tener una presentación clínica variable. Por lo tanto, es importante que los médicos estudien las numerosas formas en que puede desarrollarse la endoftalmitis para garantizar que se tomen medidas rápidas. En el caso de nuestra paciente, sólo presentaba signos oculares de endoftalmitis endógena. Pero hay que tener en cuenta que otros pacientes también pueden presentar una serie de síntomas sistémicos secundarios a la infección subyacente.
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