En la década de 1970 se descubrió que los virus oncogénicos podían inducir mutaciones genéticas en las células de mamíferos. El fenómeno parece estar muy extendido: se observó con todos los grupos de virus que contienen ADN y con algunos retrovirus. Los efectos mutagénicos de los virus analizados a nivel de genes no son específicos de un locus. Los virus inducen mutaciones puntuales, incluyendo sustituciones de bases, así como deleciones e inserciones. El efecto mutagénico del SV40 está controlado por la actividad del gen A temprano, que codifica el antígeno T. Presumiblemente, el proceso de integración crea la posibilidad de que se produzcan mutaciones al principio de la infección. La mutagénesis parece ser inducida por un virus integrado, aunque en un grado mucho menor. La mutagénesis inducida por el virus puede estar relacionada con una activación de los sistemas de reparación de errores de las células. La suma de los datos experimentales muestra que la mutagénesis inducida por virus y la transformación están interrelacionadas: (A) los virus, al igual que otros carcinógenos, muestran una actividad mutagénica; (B) virus muy alejados unos de otros sistemáticamente, cuya única similitud radica en ser oncogénicos y capaces de integrarse, mostraron simultáneamente la capacidad de inducir mutaciones genéticas; (C) los agentes que modifican la tasa de transformación también modificaron la tasa de mutaciones genéticas: (D) La función de mutagénesis fue mapeada en el oncogén del SV40 (gen A); y se ha encontrado que el ADN de (E) los tumores inducidos por el virus del carcinoma mamario de ratón (MMTV) y el virus de la leucosis aviar (ALLV) contienen secuencias de nucleótidos que transforman las células 3T3NIH pero no llevan ninguna información genética viral. La mutagénesis inducida por virus oncogénicos puede desempeñar un papel en el proceso de transformación maligna en varias etapas, aunque su contribución puede ser diferente en varios casos específicos y para diferentes grupos de virus. La realización de nuevos estudios sobre los mutágenos poco comunes, que parecen ser los virus, puede aumentar en gran medida nuestros conocimientos sobre la relación virus-célula. La comprensión del alcance del peligro genético inherente a los virus y a las vacunas víricas vivas es necesaria para la medicina práctica.

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