Edward VII ©Edward fue rey de Gran Bretaña desde 1901 hasta 1910, habiendo sido heredero de Victoria durante casi 60 años.
Edward nació el 9 de noviembre de 1841 en Londres, siendo el hijo mayor de Victoria y su príncipe consorte, Alberto. Desde muy joven fue sometido a un régimen estricto, ya que sus padres querían asegurarse de que estuviera preparado para gobernar. Estudió en Oxford y Cambridge y se alistó brevemente en el ejército. Una relación con una actriz provocó un gran escándalo y el príncipe Alberto visitó a su hijo para reprenderlo. Alberto murió dos semanas después y Victoria consideró a su hijo en parte responsable de la muerte de su padre.
Victoria se retiró casi por completo de la vida pública, y a Eduardo se le permitió representarla en ocasiones de estado, pero no se le dio casi ninguna oportunidad de participar en asuntos de estado. Se convirtió en un líder de la sociedad londinense, pasando su tiempo comiendo, bebiendo, apostando, disparando, viendo carreras y navegando. En 1863 se casó con la princesa Alexandra de Dinamarca y tuvieron seis hijos, cinco de los cuales llegaron a la edad adulta. Eduardo también tuvo una serie de amantes de larga duración, entre ellas la actriz Lily Langtry.
En enero de 1901, Victoria murió y Eduardo sucedió en el trono como Eduardo VII. Fue coronado en agosto de 1902. Se lanzó a su nuevo papel con energía y su reinado devolvió la chispa a una monarquía que había sido bastante sombría desde la muerte de su padre 40 años antes. Emparentado con la mayoría de la realeza europea (se le conocía como el «Tío de Europa»), pudo colaborar en las negociaciones de política exterior y sus bien recibidos discursos durante una visita de Estado a París contribuyeron a allanar el camino para la Entente Cordiale anglo-francesa de 1904. Eduardo fue también el primer monarca británico que visitó Rusia. En 1902, fundó la Orden del Mérito para premiar a quienes se distinguieran en la ciencia, el arte o la literatura.
En el último año de su vida, Eduardo se vio envuelto en una crisis constitucional provocada por la negativa de la mayoría conservadora en los Lores a aprobar el presupuesto liberal de 1909. Murió el 6 de mayo de 1910, antes de que la situación pudiera resolverse, y le sucedió su hijo, que se convirtió en Jorge V.
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