«Empezando el proceso de dejar ir cosas – dejar ir treinta años – dejar ir todo lo que he conocido – todo lo que me hacía sentir segura», escribió el 1 de septiembre. La fotografía que la acompañaba la mostraba agarrándose la ropa a la cara, como si estuviera inhalando recuerdos.
«Últimos dos días en mi casa. Está vacía, fría y sucia», publicó la mujer de 55 años el 16 de octubre, junto con una foto de ella agachada en una gran sala de estar, casi desnuda salvo por unas cuantas cajas. «Nunca he llorado tanto como en el último año»
Fue el 15 de septiembre de 2019 cuando la exsupermodelo llegó a su casa en el adosado de Gramercy Park, de 10 millones de dólares, que compartía con su marido, el cantante de Cars Ric Ocasek, y lo encontró muerto por una enfermedad cardíaca y un enfisema pulmonar. El rockero, de 75 años, había sido operado recientemente, pero su fallecimiento no dejó de ser un shock.
Más impactante aún: Al día siguiente, Porizkova descubrió que él había reescrito su testamento apenas unas semanas antes… y que ella había quedado fuera y tendría que renunciar a su casa.
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«No he hecho ninguna provisión para mi esposa… ya que estamos en proceso de divorcio. Incluso si muriera antes de que nuestro divorcio sea definitivo… Paulina no tiene derecho a ninguna parte electiva… porque me ha abandonado», escribió Ocasek en su testamento.
La pareja había anunciado su separación en mayo de 2018, con Porizkova revelando que se había producido el año anterior -aunque seguían viviendo juntos y apoyándose mutuamente hasta su muerte. «Las fotos de nuestra familia feliz son, de hecho, fotos de familia feliz; solo que ya no somos una pareja», escribió en Instagram, mientras los dos seguían siendo vistos en público con sus hijos Jonathan, que ahora tiene 26 años y del que Porizkova ha dicho que es diseñador de videojuegos, y Oliver, de 22 años, al parecer estudiante universitario.
Pero, según los conocedores, Ocasek no era tan feliz como Porizkova quería hacer ver.
«Ric y Paulina se querían de verdad, pero (cuando él enfermó) pareció cansarse… de todo», dijo un antiguo modelo y amigo de Porizkova que vive en Los Ángeles. «Ella no sabía si él había dejado de amarla o simplemente había dejado de amar la vida. Se sentía emocionalmente muerto para ella»
Otros conocedores coinciden con esa apreciación. «Quién abandonó a quién depende de con quién hables», dijo una modelo que ha sido amiga de Porizkova desde sus primeros días en Nueva York. «Está claro que él sintió que ella le abandonaba en un momento difícil de su vida, a pesar de que fue la que más le ayudó cuando enfermó. Y ella sintió que él simplemente había dejado de preocuparse por el matrimonio – otra forma de abandono.»
Desde el principio, el romance parecía la materia de la que están hechos los sueños del rock ‘n’ roll: músico conoce a supermodelo en el set de un video.
El actor Timothy Hutton, que dirigió el video de 1984 para la canción «Drive» de los Cars, dijo a la gente del casting en ese momento que había querido una «mujer alta y exótica con algo feroz». La modelo checa, de tan sólo 19 años, encajaba a la perfección. Más que una cara bonita -fue la chica de la portada del Sports Illustrated Swimsuit Issue de ese año-, Porizkova fue capaz de protagonizar una memorable crisis emocional en el clip. Hutton dijo más tarde a Vanity Fair: «Sentí algo entre ellos al instante».
Los dos se casaron cinco años después, cuando ella tenía 24 años y él 45.
«Ric siempre estuvo admirado de ella», dijo un antiguo ejecutivo musical que ayudó a producir el vídeo de «Drive». «Estaba casado cuando conoció a Paulina y ella era muy joven, pero fue amor a primera vista. No podía creer que alguien tan bello quisiera estar con él»
La estrella de la modelo brilló mientras la de su marido empezaba a apagarse. The Cars siguió sacando discos a lo largo de la década de los 80, pero con menos ventas, y se separaron en 1989.
Porizkova, por su parte, cosechó portadas de Vogue, Elle, Harper’s Bazaar y otras, así como campañas publicitarias para marcas como Chanel, Christian Dior, Versace y Revlon. En 1988, consiguió el que era entonces el contrato de modelo mejor pagado del mundo: 6 millones de dólares de Estee Lauder. Cuando éste terminó en 1995, consiguió un contrato multimillonario con Escada.
«Paulina tuvo éxito y duró. Las que carecen de una buena ética de trabajo no suelen durar. Es algo más que la apariencia», dijo «Modelo: El feo negocio de las mujeres bellas», del autor Michael Gross.
Porizkova ha dicho que puso las ganancias de su vida «en el matrimonio», pero no ha revelado cuánto dinero propio le queda.
«No era una loca materialista, pero Paulina se acostumbró a una vida bastante cómoda», dijo un agente de modelos que la conoce.
En años más recientes, la dinámica de la pareja cambió. «A medida que Paulina envejecía y trabajaba menos … parecía más dependiente de ,» dijo el ejecutivo musical. «Creo que al final ella realmente se resintió por eso».
La modelo, que no respondió a las peticiones de comentario de The Post, dijo a «CBS This Morning»: «Es realmente difícil estar casada con alguien si eres la única que pone todo el trabajo»
No obstante, ella se quedó en la casa, cuidando de Ocasek mientras su salud fallaba.
«Seguía siendo el hombre que amaba y con el que había crecido», dijo a la CBS. «Y realmente no podía imaginarme la vida sin él»
Se dice que la herencia de Ocasek está valorada en 5 millones de dólares, según los documentos presentados en el tribunal del subrogante de Manhattan. Porizkova planea impugnar el testamento, que le otorgaría lo que se llama «una parte electiva» bajo la ley estatal, a menos que se pueda demostrar que, de hecho, lo abandonó. Ocasek tampoco dejó dinero a dos hijos de su segundo matrimonio, pero sí a otros dos de su primer matrimonio, así como a sus hijos con Porizkova, su tercera esposa.
Nicole Noonan, una abogada de divorcios de Nueva York, dijo al Post: «En el estado de Nueva York, si todavía están casados , ella tiene derecho a una … parte de la herencia. Cualquiera puede demandar por cualquier cosa. Se casaron con la promesa de permanecer juntos en la salud y en la enfermedad, y ella lo demostró, a pesar del estado de ánimo en el que se encontraba él cuando reescribió el testamento. No puedes desheredar a tu cónyuge. Puedes desheredar a todo el mundo – excepto a tu cónyuge.
La pregunta ahora, es cómo Porizkova hará dinero para mantenerse. Además de las publicaciones directas en Instagram sobre su situación de vida, también se ha dedicado a publicar fotos sin filtro que la muestran tal y como es realmente. Y aunque ha admitido que nunca le ha gustado el modelaje, parece estar decidida a labrarse un nuevo camino en ese mundo.
«El dolor no es ciertamente un fabricante de belleza. Mis párpados están empezando a caer. La papada junto a mi boca no sólo me hace parecer mayor, sino también de alguna manera amarga», publicó en enero. «Ahora, ¿cómo puedo ayudar a que todo esto -lo que consideramos defectos- se vea de otra manera, que se vea como confianza y belleza de una edad madura en lugar de algo que hay que eliminar?»
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