El concepto de lealtad tiene que ver con la existencia de sentimientos de pura devoción, compromiso y confianza hacia otro, puede ser una persona, una comunidad, un gobierno, una autoridad o un animal, entre otros.
La lealtad, entonces, también puede sentirse hacia entes abstractos y no tan solo físicos, tales como una nación, una institución o una ideología y en todos estos casos se hace visible a través de la defensa de los ideales que esas entidades representan. La lealtad es, además, considerada una de las virtudes más sinceras y honorables que el ser humano (aunque no exclusivamente él) pueden sentir. Y por caso es que a la persona que se sabe dispone de esta cualidad se la enaltecerá por sobre otras.
Como es un acto recurrente la falta de lealtad o deslealtad en el mundo entero y contra variadas objetos y sujetos es que se reconoce tanto la virtud de la lealtad en aquel que la posee.
Cuando hablamos de lealtad, podemos definirla como un sentimiento físico y mental hacia otro. Entendida en este sentido, la lealtad puede ser vivida no sólo por seres humanos sino también por animales (siendo las lealtades canina, felina y la equina quizás las más populares de todas). El perro y el gato doméstico y el caballo sin lugar a dudas están considerados como los animales que mejor se vinculan con el ser humano y eso se demuestra en el lazo que han sabido construir a lo largo de la historia y que incluso ha demostrado que son capaces de dar la vida por sus dueños.
Sin embargo, cuando hablamos de lealtad como noción abstracta de compromiso con ciertos valores morales y éticos, debemos acotarla al ser humano. Aquí es donde la lealtad se transforma en una virtud humana que tiene como objetivo el facilitamiento para establecer profundos lazos de amor, solidaridad y cariño entre los individuos que forman una comunidad.
Al mismo tiempo, también podemos hacer referencia a la lealtad como una característica que implica cierta jerarquía social. La lealtad es algo que muchos grupos o individuos deben desarrollar hacia aquellos que son entendidos como autoridades, convirtiéndose en numerosas ocasiones en un tipo de lealtad coercitiva. En este sentido, la lealtad tiene que ver más con el respeto por la diferenciación social, o con la autoridad que alguien sabe que detenta, que con el sentir de cada individuo como persona.
Finalmente, la lealtad es sin dudas uno de los elementos más importantes a nivel social hoy en día ya que es a través suyo que el ser humano puede confiar en otro. Esta confianza y lealtad hacia un objetivo común es la base de todas las organizaciones sociales y culturales en las cuales los objetivos son compartidos por todos los miembros.
La recurrente y común vinculación con el patriotismo
El patriotismo es un sentimiento muy habitual de la humanidad y que tiene que ver con el amor profundo e incondicional que alguien tiene por su país, por su patria; el patriota ama a su patria por sobre todas las cosas y siempre se esfuerza por conseguir su bienestar. Los valores, la cultura, los afectos, las costumbres y la historia son algunos de los factores que contribuyen en el establecimiento de la ligazón entre individuo y su patria. Y es justamente en esa fuerte unión, respeto y fidelidad a las mencionadas cuestiones que se haya esa relación inequívoca y fuerte entre las palabras patriotismo y lealtad.
Por otra parte, cabe destacarse, que la lealtad a la patria es un sentimiento que muchos países intentan despertarlo y afianzarlo en sus exponentes más pequeños y por ello es que en los programas educativos se incluye la celebración de un acto formal denominado como jura a la bandera en el cual precisamente se intenta promover un sentimiento de pertenencia y de compromiso total con la patria.
En tanto, es una cuestión sumamente corriente que los conceptos de patriotismo y de lealtad se identifiquen y hasta se utilicen de manera indistinta. En nuestro idioma, por cierto, ambos términos se emplean como sinónimos.
La contracara de la lealtad vale indicarse que es la traición y que como tal supone la violación de aquel compromiso tomado con alguien o algo.
En el plano interpersonal la traición suele desencadenar una profunda tristeza y angustia en quien es objeto de ella y difícilmente esa persona pueda volver a confiar en quien la traicionó ya que su confianza ha quedado seriamente resentida.
También en lo laboral, por ejemplo, la traición está considerada como una de las peores y más condenables acciones que alguien pueda desarrollar ya que quien traiciona a la empresa en la cual trabaja, dando a conocer determinada información sensible a la competencia, estará perjudicando la continuidad de la misma. Muchas veces las traiciones laborales están vinculadas con alguna insatisfacción por parte del empleado.
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