¿Qué intenta decirte tu lengua?

Los doctores Luke Cascarini y Alastair Fry, cirujanos orales y maxilofaciales de cabeza y cuello del London Bridge Hospital, señalan que nuestra lengua puede darnos algunas pistas sobre nuestra salud.

«Probablemente no tanto como a algunas personas les gusta creer, pero las deficiencias de hierro, B12, folato y ferritina pueden presentarse con lenguas doloridas que a veces tienen un aspecto «carnoso»», revela Cascarini.

Las deficiencias no son la única causa de problemas en la lengua. A veces, comer más de un determinado alimento también puede tener un efecto adverso.

«Las personas que comen alimentos muy blandos tienen un crecimiento excesivo de las diminutas papilas que recubren la lengua (las «asperezas» saludables las rozan, que es el proceso natural). Las papilas que no son sanamente largas atrapan la comida y los desechos y se vuelven de mal sabor y olor», dice.

Algunas condiciones causarán signos más obvios de que hay algo mal.

«Las condiciones comunes como la lengua geográfica también pueden hacer que la lengua duela», señala Cascarini, junto con erupciones como el liquen plano y la candidiasis oral que causan manchas blancas en la lengua.

Si tienes una úlcera que no se cura, ya sea en la parte superior o inferior de la lengua, podría ser un signo de cáncer – aunque es importante recordar que no siempre es así. Otros síntomas incluyen manchas rojas o blancas inusuales en la boca que pueden cambiar de forma.

«El cáncer de lengua es uno de los pocos cánceres que se está volviendo más común y está afectando a los jóvenes y a los no fumadores», aconseja Cascarini (aunque los fumadores siguen teniendo un riesgo mucho mayor). Por eso es importante plantear al médico cualquier síntoma prolongado.

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Mantenerla limpia

Aparte de las condiciones subyacentes, ¿qué importancia tiene limpiar la lengua como parte de la rutina diaria? Según el odontólogo Dr. Richard Marques, es tan importante como la limpieza de cualquier otra parte de la boca.

«La lengua es como una esponja donde las bacterias y las partículas de comida quedan atrapadas y se acumulan a lo largo del día y mientras duermes», explica.

«Dejarlas allí para que se multipliquen puede provocar todo tipo de resultados desagradables, desde mal aliento y una lengua peluda, hasta caries y enfermedades de las encías cuando las bacterias se extienden a otras partes de la boca».

Fry señala que la dieta también desempeña un papel importante en la higiene de la lengua.

«Si comes muchos ‘alimentos duros’, como verduras crudas, tu lengua estará limpia de forma natural. Sin embargo, la mayoría de nosotros no lo hacemos, por lo que limpiar la lengua como parte de su régimen de salud oral dos veces al día es una buena idea», sugiere.

«Si comes alimentos blandos y las papilas se vuelven muy largas, los restos y las bacterias atrapadas pueden ser muy malolientes; esta es una de las causas comunes de la halitosis».

El uso regular del hilo dental funciona para combatir los alimentos atrapados. Por el contrario, no comer lo suficiente es otra de las causas del mal aliento y es común con las dietas de choque y los trastornos alimentarios.

Marques sugiere que saltarse la limpieza de la lengua es en realidad una de las principales causas del mal aliento debido a la acumulación de bacterias y restos de comida.

«Son especialmente potentes en la parte posterior de la lengua, ¡así que sé minucioso!», añade.

La mejor manera de limpiar la lengua de forma natural es llevar una dieta sana y equilibrada y cepillarse dos veces al día con un buen cepillo de dientes.

«Existen limpiadores linguales especiales, pero en realidad no son mejores que un cepillo de dientes», dice Fry.

Marques aconseja que: «Cepille suavemente la lengua dos veces al día con el cepillo de dientes una vez que haya terminado de limpiarse los dientes. Utiliza un poco de pasta de dientes y aplica una suave presión antes de enjuagar con agua»

«Si crees que necesitas ser más minucioso (quizás has comido alimentos pegajosos o has consumido vino tinto) puedes utilizar un raspador de lengua», añade.

«Sólo hay que tener mucho cuidado de no aplicar demasiada presión y parar si resulta incómodo o se produce un sangrado»

Tenga siempre cuidado de no pinchar la parte posterior de la garganta y raspe suavemente hacia delante para limpiar la lengua de cualquier capa.

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