El acto de protestar es una de las libertades más preciadas que tienen los estadounidenses. Pero la protesta no sólo se produce en las calles. A lo largo de los años, las voces de la disidencia han penetrado en la cultura estadounidense a través del rock, el hip-hop y la música folk. Al poner un mensaje en la música, una voz puede resonar para millones.
Desde Woody Guthrie hasta Bob Dylan, la música de protesta del siglo XX comenzó en el ámbito del folk. En los campus universitarios de Estados Unidos, la música de Pete Seeger, Phil Ochs, Joan Baez y muchos otros impulsaron la resistencia a la guerra de Vietnam. También vimos a muchos artistas salir en apoyo de los derechos civiles. Nina Simone, James Brown y Marvin Gaye dieron voz al orgullo y a las preocupaciones de los negros en su música.
Ahora, con muchos llamando la atención sobre la popularidad del presidente electo Trump entre los supremacistas blancos y su retórica racista de la campaña en general, Estados Unidos podría ver un repunte de la música de protesta en los próximos cuatro años. Los temas de la policía militarizada, el tratamiento sistemático de las minorías en Estados Unidos y la distribución desigual de la riqueza ya se están mostrando en las canciones. Hemos visto algunas actuaciones que nos han dejado asombrados, y a medida que Estados Unidos avanza, artistas como Beyoncé, Kendrick Lamar y Common están dando voz a los que no tienen derechos.
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