¿Tu perro siempre te sigue cuando estás en casa? Insiste su perro en no separarse nunca de su lado, incluso cuando es el momento de ducharse? Tu perro te mira constantemente embelesado, como si no pudiera mirar otra cosa?

Si has respondido «sí» a alguna de estas preguntas, es probable que tengas un perro pegajoso. Aunque el comportamiento de un perro pegajoso puede ser entrañable, también puede ser molesto, especialmente cuando su perro no le deja en paz, ¡incluso durante un minuto!

La pegajosidad puede frustrar a los padres de mascotas. Sin embargo, también puede indicar un problema de comportamiento mayor: la ansiedad por separación. Aprenda a diferenciar entre un perro pegajoso y un perro con ansiedad por separación para saber cómo manejar mejor el comportamiento.

¿Por qué algunos perros son pegajosos?

La pegajosidad es a menudo un comportamiento canino aprendido. Los perros aprenden este comportamiento de nosotros por cómo interactuamos con ellos. Si siempre les damos comida a nuestros perros cuando nos siguen a la cocina, o los acariciamos cada vez que se acuestan a nuestro lado, les estamos enseñando que seguirnos conduce a algún tipo de recompensa.

Si les damos a los cachorros atención constante cuando se están desarrollando, pueden llegar a tener miedo de estar solos y, posteriormente, no querer separarse nunca de nuestro lado. Los perros también pueden volverse pegajosos si cambiamos su rutina diaria.

Los perros mayores con pérdida de visión o audición, o que están experimentando un deterioro cognitivo, pueden volverse repentinamente pegajosos porque su mundo les resulta desconocido. Los perros que están enfermos o aburridos también pueden volverse pegajosos.

Interesantemente, los perros también pueden volverse pegajosos si sienten nuestro estrés o ansiedad. Y los perros que tienen problemas de ansiedad propios a menudo desarrollan comportamientos de perro pegajoso.

Por si todas estas razones no fueran suficientes, algunas razas de perros son propensas a ser pegajosas. Por ejemplo, los perros falderos, como los Shih Tzus, tienden a ser perros necesitados. Además, los perros de trabajo, que son entrenados para ser dependientes, pueden volverse pegajosos.

Apegamiento vs. Ansiedad por separación

El apego y la ansiedad por separación son similares pero no son exactamente lo mismo. Generalmente, lo que los separa es la forma en que un perro reacciona al estar lejos de su dueño.

Los perros cariñosos quieren estar cerca de ti cuando estás en casa, pero no entran en pánico cuando no estás. Un perro con ansiedad por separación entra en pánico cuando no estás cerca.

La ansiedad por separación hace que los perros tengan un comportamiento destructivo y ansioso cuando se quedan solos. Este comportamiento incluye lloriqueos incesantes, paseos, masticación destructiva, y orinar o defecar en la casa.

El apego se convierte en un problema cuando progresa a la ansiedad por separación. Si un perro pegajoso comienza a ponerse ansioso o a sentir pánico cuando se queda solo, es el momento de sospechar que tiene ansiedad por separación y de buscar ayuda profesional en materia de comportamiento.

Un veterinario especialista en comportamiento puede ayudarle a implementar modificaciones de comportamiento para reducir la ansiedad. Afortunadamente, no todos los perros pegajosos desarrollan ansiedad por separación.

Cómo hacer que un perro sea menos pegajoso

Si tiene un perro pegajoso sin ansiedad por separación, hay formas de enseñarle a ser más independiente. Aquí hay varias estrategias que pueden ayudar a reducir el aferramiento de un perro.

  • Aumentar el ejercicio. Un buen rato de actividad física cansará a tu perro lo suficiente como para que tenga poco interés en seguirte a todas partes.
  • Estimula su mente. Un perro aburrido puede volverse pegajoso porque no tiene nada mejor que hacer. Los juguetes interactivos para perros, como el juguete interactivo de ladrillos para perros Nina Ottosson by Outward Hound y la pelota de golosinas Omega Paw, mantienen a los perros mentalmente estimulados y fomentan el juego independiente.
  • Cree un espacio especial. Prepare un espacio con la cama de su perro y sus juguetes favoritos donde su perro pueda ir en lugar de seguirle a usted. Entrene a su perro para que vaya a esta zona con una señal como «Ve a tu espacio especial» y recompénselo inmediatamente con una golosina cuando vaya allí.
  • Desensibilice a su perro a sus movimientos. Es probable que su perro haya asociado ciertos movimientos (por ejemplo, ir a la cocina, coger las llaves) con que usted le recompense o le deje. Para «normalizar» estos movimientos, practique haciéndolos sin el efecto deseado. Por ejemplo, vaya a la cocina y empiece a barrer o coja las llaves y encienda la televisión. Con el tiempo, su perro aprenderá que sus movimientos no merecen mucha o ninguna atención.
    • Consulte con su veterinario antes de probar estas estrategias en casa. Además, si estas estrategias no reducen el aferramiento de su perro, considere la posibilidad de consultar con su veterinario o con un conductista veterinario para obtener más orientación.

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