¿Cuáles son los criterios para una retención psiquiátrica involuntaria?

Las retenciones psiquiátricas involuntarias tienen una mala reputación en los medios populares. Heroínas como Linda Hamilton de «Terminator 2» o la cazavampiros Buffy Summers fueron encarceladas injustamente por ordenanzas sádicos. En la práctica, los proveedores de servicios médicos deben saltar muchos obstáculos antes de obligar a un paciente a estar bajo custodia médica. Sólo hay dos razones por las que los pacientes pueden ser internados involuntariamente. Aquí hay una explicación más detallada de ambas.

Historia del internamiento médico involuntario

Forzar a los pacientes a ser atendidos tiene una larga historia en los Estados Unidos. En el siglo XIX y principios del XX, los hospitales psiquiátricos se utilizaban como centros de detención para los desviados. Sin embargo, la desviación se definía a menudo según normas sociales, no médicas. A mediados del siglo XX, los activistas empezaron a oponerse a la hospitalización psiquiátrica innecesaria. Este movimiento condujo a una norma legal estricta para las retenciones médicas involuntarias. También redujo el número de hospitales psiquiátricos disponibles y trasladó a los pacientes a un entorno orientado a la comunidad.

Poderes de la policía

La razón más común para un compromiso psiquiátrico involuntario es para la protección de la sociedad en general. Cuando la policía o los funcionarios médicos consideran que un individuo puede hacer daño a otras personas, ese individuo puede ser obligado a recibir atención psiquiátrica. En muchos casos, el comportamiento violento o errático puede provenir de una condición de salud mental no diagnosticada o mal manejada. Encarcelar al individuo no será útil a largo plazo porque los enfermos mentales no eligen actuar en contra de las normas sociales. Necesitan tratamiento, no castigo. La policía espera que coaccionar a la persona para que reciba atención de salud mental protegerá a la sociedad.

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Parens Patriea

Según la Mental Illness Policy Organization, una persona puede ser internada involuntariamente para protegerla. Cuando alguien hace amenazas de autolesión o suicidio, la policía está legalmente autorizada a obligar a esa persona a recibir atención médica. El principio legal de parens patriea se utiliza más a menudo con los niños o con las personas con discapacidades mentales. La policía y los abogados dudan en utilizar este razonamiento para internar a adultos que puedan plantear problemas de derechos civiles sobre su confinamiento involuntario.

La regla de las 72 horas

En la mayoría de los estados, un internamiento psiquiátrico involuntario no puede extenderse más allá de 72 horas sin una audiencia formal. Este período de 3 días permite a los pacientes recibir tratamiento médico básico, recuperarse de los episodios psicóticos y, con suerte, comprender la necesidad de más ayuda. El paciente puede optar por permanecer voluntariamente en el centro de atención o comprometerse a recibir atención ambulatoria continua. Sin embargo, después de 72 horas, el paciente puede negarse a cooperar con más tratamiento médico. Los proveedores de servicios médicos deben decidir entre dar de alta al paciente o solicitar una audiencia de salud mental para persuadir a un juez de que el paciente necesita más ayuda para evitar que se autolesione o dañe a otros. Esta es una visión general. Las leyes relativas al internamiento involuntario varían según el estado, por lo que es importante investigar las normas específicas del estado. Por ejemplo, la Ley Lanterman-Petris-Short (LPS) de California incluye una retención de la Sección 5250 que permite que los pacientes sean internados durante 14 días adicionales por un proveedor psiquiátrico calificado y una Sección 5270 que agrega un período de internamiento adicional de 30 días.

Para las personas con enfermedades mentales o sus seres queridos, es importante entender dos cosas. Una, la policía y los proveedores de servicios médicos sólo internan a los pacientes contra su voluntad en casos extremos. Dos, las retenciones psiquiátricas involuntarias se realizan teniendo en cuenta el interés superior del paciente; no son un castigo arbitrario.