Glándulas salinas linguales4. Glándulas salinas linguales: Los cocodrilos y los ghariales también se diferencian de los caimanes y los caimanes por tener glándulas salinas funcionales en la lengua. Estructuralmente, se trata de glándulas salivales modificadas, y aunque los caimanes y los caimanes también tienen estas estructuras, parecen haber perdido la capacidad de utilizarlas para excretar cantidades significativas de sal. Esto hace que los cocodrilos sean más tolerantes a la vida en agua salina, incluida el agua de mar en algunas especies. Además, sugiere que los cocodrilos tienen una ascendencia marina más reciente: la capacidad de migrar a través de amplias masas marinas, e incluso de vivir en ellas durante periodos prolongados, explicaría sin duda su amplia distribución actual por diferentes continentes. Si las especies ancestrales podían vivir en ambientes marinos, esta capacidad no se ha perdido completamente en los cocodrilos modernos. Especies como los cocodrilos de agua salada (C. porosus) pueden sobrevivir durante largos periodos en estuarios con mareas, alrededor de la costa e incluso en el mar. Los caimanes y los aligatores han perdido gran parte de esta capacidad osmótica para segregar el exceso de sal a través de las glándulas linguales, y sólo pueden tolerarla durante cortos periodos de tiempo, prefiriendo permanecer en zonas de agua dulce cuando es posible. Sin embargo, no es desconocido que los grandes caimanes se abran paso en los manglares de las mareas y, muy raramente, en las zonas costeras.

Fosas sensoriales en la mandíbula del caimán5. Órganos sensoriales tegumentarios: Tanto los cocodrilos como los caimanes tienen pequeñas fosas sensoriales repartidas por la mandíbula superior e inferior; si se observa de cerca en una fotografía, se verán pequeñas motas negras casi como rastrojos sin afeitar. Son capaces de detectar pequeños cambios de presión en el agua y ayudan a localizar y capturar presas. Originalmente se llamaban ISO (Integumentary Sense Organs), aunque investigaciones recientes los han rebautizado como DPR (Dermal Pressure Receptors). Los cocodrilos tienen órganos similares que cubren prácticamente todas las escamas de su cuerpo, pero los caimanes y los caimanes sólo los tienen alrededor de las mandíbulas. Aunque se sabe desde hace años que los órganos sensoriales de las mandíbulas están implicados en la detección de la presión, nadie sabe con certeza qué hacen los órganos que cubren el resto del cuerpo de los cocodrilos. Probablemente extienden la superficie sensorial por todo el cuerpo del cocodrilo, pero investigadores anteriores han sugerido que pueden ayudar en la recepción química, o incluso en la detección de la salinidad. La confusión radica en por qué los cocodrilos los tienen, pero no los caimanes y los caimanes. Independientemente de su función, son muy buenas para distinguir la piel de cocodrilo de la de caimán. Las carteras, los bolsos, las botas, etc., de piel de cocodrilo y de caimán son fáciles de distinguir: si las escamas tienen una pequeña mancha u hoyuelo cerca del borde, se sabe que la piel es de un cocodrilo y no de un caimán o un aligátor. Esto se ilustra a continuación: el caimán de la izquierda no tiene órganos sensoriales, pero el cocodrilo de la derecha sí.

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