Muchos medicamentos destinados a la aplicación cutánea se presentan tanto en forma de cremas como de pomadas. Algunos ejemplos de estos medicamentos tópicos son los corticosteroides y los antibióticos. Muchas cremas hidratantes también vienen en forma de crema y de pomada. ¿Hay alguna diferencia entre un medicamento que se presenta en crema y uno que se presenta en pomada? ¿Es mejor usar uno u otro preparado?

En primer lugar, conviene hacer algunas definiciones. Las cremas son una mezcla de aproximadamente la mitad de agua y la mitad de aceite. Se extienden fácilmente, se absorben bien y se eliminan con agua. Las cremas se suelen envasar en una tarrina o tubo, ya que son demasiado espesas para dispensarlas en una bomba como una loción. La mayoría de las pomadas tienen un 80% de aceite y un 20% de agua. El componente oleoso está hecho de hidrocarburos, como el aceite mineral o la vaselina. Las pomadas tienen un tacto graso y son «oclusivas», es decir, permanecen en la superficie de la piel y no se absorben bien. Los componentes de agua y aceite de las cremas y pomadas sirven principalmente como «vehículo» para transportar un ingrediente activo o un medicamento.

¿Cuándo es mejor utilizar una crema? En general, la gente prefiere utilizar cremas a pomadas, ya que son menos pegajosas y pesadas para la piel. Aunque pensamos que las cremas son hidratantes, dado su mayor contenido de agua y la evaporación que se produce tras su aplicación, las cremas son mejores que las pomadas para tratar las afecciones de la piel que supuran o son «húmedas». Dado que la viscosidad (grosor) de las cremas es menor que la de las pomadas, también funcionan mejor para cubrir grandes áreas de la piel.

¿Cuándo es mejor utilizar una pomada? Las pomadas se utilizan mejor en la piel seca. Son «oclusivas», lo que significa que atrapan la humedad y no se absorben bien en la piel. Así, pueden mantener la piel húmeda durante más tiempo. Las pomadas también favorecen una absorción más completa del principio activo o del medicamento. Debido a los conservantes utilizados en las cremas, es menos probable que las pomadas causen una reacción alérgica.

Aquí hay algunos medicamentos tópicos que vienen tanto en forma de crema como de pomada:

Esteroides tópicos – Los corticosteroides son los medicamentos tópicos más utilizados. Se utilizan con mayor frecuencia para tratar las afecciones inflamatorias de la piel, como la hiedra venenosa o el eczema. Los corticosteroides son diferentes de los esteroides «anabólicos», como la testosterona, que promueven el desarrollo muscular. Los corticosteroides más débiles pueden adquirirse sin receta médica (Cortaid, hidrocortisona al 1%, Cortizone 10, otros), mientras que los preparados más potentes (triamcinolona al 0,5%, Kenalog, Diprosone, otros) sólo pueden adquirirse con receta. La potencia de un determinado corticoide puede cambiar según se presente en forma de crema o de pomada. Al ser oclusivo, un ungüento permitirá que el medicamento penetre en la piel más completamente que una crema. A la misma dosis, la mayoría de los corticosteroides tópicos se clasificarán como más fuertes cuando se envasan como una pomada en comparación con una crema.

Humectantes – Las pomadas, con su mayor viscosidad, son generalmente los mejores humectantes. Forman una barrera que ayuda a sellar la humedad en la piel. Algunos ejemplos de humectantes a base de pomadas son Eucerin, Aquaphor y Vaseline. Si se desea un preparado menos graso, las cremas hidratantes que vienen en una tarrina o tubo suelen ser mejores que las lociones.

Antibióticos – Neosporin y Polysporin son antibióticos tópicos populares que vienen en forma de crema y de pomada. Neosporin consiste en tres antibióticos diferentes, sulfato de neomicina, sulfato de polimixina B y bacitracina. Polysporin es una combinación de dos antibióticos, bacitracina y sulfato de polimixina B. También existen versiones genéricas de antibióticos tópicos, que suelen comercializarse como pomada o crema «triple antibiótica». Los antibióticos tópicos se utilizan para ayudar a la curación de pequeños cortes, rasguños y quemaduras. Dado que muchas personas son alérgicas a la neomicina, puede ser mejor utilizar un antibiótico tópico que no contenga este ingrediente.

Aquí hay algunas pautas para decidir cuándo utilizar una pomada y cuándo una crema:

  1. Las cremas son mejores cuando se cubren grandes áreas de la piel o para evitar la untuosidad asociada a una pomada.
  2. Las lesiones cutáneas húmedas o «exudativas», como el eczema o la hiedra venenosa, se tratan mejor con una crema (o gel).
  3. Las pomadas son mejores cuando se tratan afecciones de la piel seca, como la psoriasis.
  4. Las pomadas permiten una mayor penetración del ingrediente activo de la medicación tópica, ya sea un antibiótico, un esteroide o un medicamento antifúngico.
  5. Las mejores cremas hidratantes están en forma de pomada.
  6. Las pomadas pueden ser mejores para usar en pieles sensibles, ya que muchas cremas se fabrican con conservantes sensibilizantes.

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