¿Has oído alguna vez que lavarse la cara con agua muy fría podría ayudar a tensar la piel y prevenir o minimizar las arrugas? O que lavarse la cara con agua caliente al vapor abrirá los poros y posiblemente ayudará a que los limpiadores restrieguen más profundamente? Hay un montón de mitos flotando alrededor de las prácticas de limpieza de la cara, pero lavarse la cara con agua demasiado caliente o demasiado fría puede hacer que su piel sea más perjudicial que beneficiosa.
En primer lugar, vamos a sacar una cosa del camino: Los poros no se abren ni se cierran. Así que esas cosas que has oído sobre abrir los poros con vapor y usar agua helada para cerrarlos no tienen ningún respaldo científico. De hecho, las temperaturas demasiado calientes o demasiado frías pueden irritar la piel y provocar brotes en los pacientes con rosácea.
Advertencia
En su lugar, encuentre una temperatura intermedia perfecta. El agua tibia limpia mejor que la fría, dice el doctor Jeffrey Dover, dermatólogo de Boston y codirector de SkinCare Physicians. «Pero si la temperatura del agua es demasiado caliente, puedes escaldar la piel, causando irritación, y dilatando los vasos».
Lavar con agua muy fría no dañará tu piel, pero puede ser desagradable, dice el Dr. Dover.
Pero no todos los dermatólogos están de acuerdo en que el agua tibia es mejor. La dermatóloga certificada Jessica Krant, MD, en un artículo publicado en HuffingtonPost.com, dijo que «si bien puede sentirse bien calentarse con un chorrito de agua, tanto el agua helada como la tibia tienen sus beneficios. El agua excesivamente caliente eliminará los aceites naturales saludables de tu piel demasiado rápido.»
En resumen: Nunca te laves con agua caliente humeante. Para obtener los mejores resultados, lávate la cara una vez al día, por la noche, utilizando agua tibia o templada, no caliente. El agua caliente puede resecar demasiado la piel. Después de la limpieza, utiliza agua fría como aclarado final y da unos golpecitos suaves con una toalla limpia. Continúa con el tónico, la crema hidratante o la crema de noche poco después de secar tu rostro para fijar la humedad.
Más información sobre cómo lavarse la cara.
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