Estructura y procedimientos
El Consejo de Seguridad estaba compuesto originalmente por 11 miembros: cinco miembros permanentes (la República de China, Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos) y seis miembros no permanentes elegidos por la Asamblea General de la ONU por períodos de dos años. Una enmienda a la Carta de la ONU en 1965 aumentó el número de miembros del Consejo a 15, incluyendo los cinco miembros permanentes originales y 10 miembros no permanentes. Entre los miembros permanentes, la República Popular China sustituyó a la República de China en 1971, y la Federación Rusa sucedió a la Unión Soviética en 1991. Los miembros no permanentes se eligen generalmente para lograr una representación equitativa entre las regiones geográficas: cinco miembros proceden de África o Asia, uno de Europa del Este, dos de América Latina y dos de Europa Occidental u otras zonas. Cinco de los 10 miembros no permanentes son elegidos cada año por la Asamblea General para mandatos de dos años, y cinco se retiran cada año. La presidencia la ejerce cada miembro por rotación durante un periodo de un mes.
Cada miembro tiene un voto. En todas las cuestiones de «procedimiento» -cuya definición es a veces controvertida- las decisiones del consejo se toman por el voto afirmativo de nueve de sus miembros. Los asuntos de fondo, como la investigación de una disputa o la aplicación de sanciones, también requieren nueve votos afirmativos, incluidos los de los cinco miembros permanentes con poder de veto. En la práctica, sin embargo, un miembro permanente puede abstenerse sin perjudicar la validez de la decisión. La votación sobre si un asunto es de procedimiento o de fondo es en sí una cuestión de fondo. Dado que el Consejo de Seguridad debe funcionar continuamente, cada miembro está representado en todo momento en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
© Stuart Monk/Fotolia
La composición del Consejo de Seguridad ha sido un asunto polémico, especialmente desde el final de la Guerra Fría. Los críticos han argumentado que el Consejo de Seguridad y sus cinco miembros permanentes reflejan la estructura de poder que existía al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando gran parte del mundo estaba bajo dominio colonial. Los esfuerzos de reforma han seguido siendo esquivos, pero se han centrado en los esfuerzos por hacer más transparente el trabajo del Consejo de Seguridad y en las demandas de importantes miembros no permanentes, como Brasil, Alemania, India y Japón (el llamado G-4), para obtener la condición de miembro permanente, o al menos tener un estatus especial dentro del Consejo de Seguridad. Una de las propuestas presentadas por los países del G-4 consistía en aumentar el número de miembros del Consejo de Seguridad a 25, añadiendo seis nuevos miembros permanentes, uno de ellos para ellos y dos para África.
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