Las imágenes y fotografías retocadas están llevando a nuestra cultura a adoptar estándares de belleza poco realistas. Como resultado, personas de todas las edades se ven obligadas a luchar con su autoimagen.
Sin embargo, la atención debe centrarse en la creación de una imagen general positiva del yo, en lugar de tratar de alterar nuestras apariencias externas.
La autoestima es la manifestación de cómo nos vemos a nosotros mismos, pero muchas influencias externas la moldean. Es hora de retomar el control y darse cuenta de su valor individual.
Aunque algunas de las siguientes sugerencias pueden parecer tontas, pondrán sonrisas en sus rostros, que finalmente se convertirán en formas de pensar positivas y conducirán a una visión más permanente y optimista del yo.
Todo el mundo tiene la capacidad de poseer confianza en sí mismo y todo el mundo debería aprender a encontrarla con éxito y a poseerla.
Reinventar el sentido
Cuando la gente piensa en la autoestima, la apariencia es lo primero que le viene a la mente. Aunque la autoestima de muchas personas sí depende de su apariencia, no debería. Por supuesto, si no estás contento contigo mismo, deberías hacer algo para cambiarlo.
Pero, antes de inscribirte en ese programa de gimnasio intensivo de 12 semanas y gastar tus ahorros en suplementos que no puedes pronunciar, analiza lo que realmente debe cambiar. La autoestima no debería estar asociada únicamente a la apariencia de una persona.
¿Cómo te sientes con tu inteligencia? Cómo te sientes con tus acciones y tu moral? La confianza es la raíz de la totalidad de una persona y proviene de su interior.
Crea metas
Trabajar para conseguir algo que valoras es una gran manera de construir confianza. Lo mejor de esto es que puede ser cualquier cosa. Puede ser un hobby que te apasione o algo que nunca soñaste hacer.
Ya sea poder hacer una flexión, aprender a tocar un instrumento o ahorrar tu dinero para comprar algo especial, estás logrando algo.
No sólo debes estar orgulloso de completar el objetivo, sino que también debes reconocer los pequeños pasos que estás dando hacia el objetivo.
Ayuda si planificas estos pequeños pasos, casi como una lista de control. Esta técnica funciona porque te permite medir físicamente tu progreso a lo largo del camino. Lo más importante es que los objetivos deben girar exclusivamente en torno a ti.
Mantenerte ocupado y concentrar tu energía te ayudará a alejar los pensamientos negativos y a atraer los positivos.
Rodeate de buena gente
La gente que te rodea puede estar influyendo en tus pensamientos negativos y en tu baja autoestima. Analiza tu círculo cercano de amigos y familiares y pregúntate si estas personas son buenas para ti.
Los amigos que se halagan y motivan mutuamente tienen relaciones mucho más sanas que los que se insultan, aunque sólo sea una «broma».
Unirse a grupos también ayuda a crear ambientes cómodos y amigables. Las personas que se reúnen por un interés común pueden crear una atmósfera de empoderamiento.
Amarse a sí mismo
Esto es mucho más fácil de decir que de hacer. Sin embargo, no subestimes el poder del pensamiento. Todo lo que hacemos comienza con un pensamiento, así que la próxima vez que te mires al espejo, mírate de verdad. Di un cumplido en voz alta, antes de encontrar un defecto.
Haz una lista de las cosas que te gustan de ti mismo y sigue aumentando la lista hasta que llegues a 100 razones por las que te amas a ti mismo y luego, de vez en cuando, léela en voz alta para recordártelo. Lleva un diario para anotar citas cortas de motivación que encuentres.
Lenguaje corporal
Este es el truco de «finge hasta que lo consigas». Muchas veces, la gente puede percibir cuando alguien es inseguro. Lo ven por la forma en que camina, se sienta o interactúa con los demás en una sala grande. Te desplomas. La cabeza se inclina hacia abajo. Los brazos están cruzados, los puños cerrados. Los ojos se desvían. La voz baja.
Para crear confianza con los demás o en situaciones sociales, es importante parecer accesible y abierto. Asegúrate de estar de pie y sentado con la cabeza alta. Para corregir tu postura, sube la coronilla hacia arriba. Inspira, gira los hombros hacia arriba y bájalos por la espalda mientras espiras.
Mantén siempre un cuerpo amplio y abierto descruzando los brazos y mira siempre de frente a todo el cuerpo con quien estés interactuando. Ser accesible y estar cómodo en situaciones sociales es una señal de que te sientes cómodo y seguro con lo que eres. La gente lo notará.
La confianza no viene de un número en la balanza, de la atención del sexo opuesto o de los likes de Instagram. Todas esas cosas sólo pueden crear una sensación temporal. En última instancia, te quedas con tus pensamientos, así que aprende a hacerlos positivos.
Foto Cortesía: We Heart It
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