Entrada viralEditar
Para que el virus se reproduzca y, por tanto, establezca la infección, debe entrar en las células del organismo anfitrión y utilizar los materiales de esas células. Para entrar en las células, las proteínas de la superficie del virus interactúan con las proteínas de la célula. La adhesión, o adsorción, se produce entre la partícula viral y la membrana de la célula huésped. Se forma un orificio en la membrana de la célula y, a continuación, la partícula del virus o su contenido genético se liberan en la célula huésped, donde puede comenzar la replicación del genoma vírico.
Replicación víricaEditar
Luego, un virus debe tomar el control de los mecanismos de replicación de la célula huésped. En esta etapa se distingue entre susceptibilidad y permisibilidad de una célula huésped. La permisibilidad determina el resultado de la infección. Una vez establecido el control y el entorno para que el virus comience a hacer copias de sí mismo, la replicación se produce rápidamente por millones.
Desprendimiento de virusEditar
Después de que un virus haya hecho muchas copias de sí mismo, la progenie puede empezar a salir de la célula por varios métodos. Esto se llama shedding y es la etapa final del ciclo de vida viral.
Latencia viralEditar
Algunos virus pueden «esconderse» dentro de una célula, lo que puede significar que evaden las defensas de la célula huésped o el sistema inmunitario y puede aumentar el «éxito» a largo plazo del virus. Esta ocultación se denomina latencia. Durante este tiempo, el virus no produce ninguna progenie, permanece inactivo hasta que un estímulo externo -como la luz o el estrés- lo impulsa a activarse.
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