Dado que un paciente con artritis (especialmente artritis reumatoide) puede responder a un AINE pero no a otro, cualquier adición a las filas de estos agentes puede ser de beneficio clínico para al menos algunos de los millones de pacientes afligidos por artritis reumatoide, osteoartritis y condiciones relacionadas. En términos de potencia, tanto como antiinflamatorio como analgésico, el carprofeno parece estar en el centro de la gama de los AINE: aproximadamente una cuarta parte de la potencia de la indometacina, y cinco veces más potente que el ibuprofeno, miligramo por miligramo. Las dos ventajas potenciales más evidentes del carprofeno son que parece tener un perfil bajo de reacciones adversas gastrointestinales importantes (puede causar molestias menores similares a las observadas con la indometacina, pero hasta ahora no ha causado úlceras gástricas o duodenales documentadas con 300 mg/día); y que, al igual que el naproxeno, ofrece la comodidad de una dosis de dos veces al día. En la experiencia clínica adquirida hasta la fecha, los dos efectos adversos más molestos observados con el carprofeno han sido una rara pero grave reacción de fotosensibilidad y elevaciones menores y temporales de las pruebas de función hepática en aproximadamente el 14-20% de los pacientes tratados (aunque hasta ahora no se han notificado casos de ictericia o hepatitis). Para algunos pacientes con artritis reumatoide, osteoartritis o afecciones relacionadas, en particular para aquellos que no toleran la aspirina o la indometacina o que desean o necesitan la comodidad de una dosis de dos veces al día, el carprofeno puede representar una opción terapéutica útil a los AINE disponibles anteriormente en este país.
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