Los beneficios de tener una política de puertas abiertas en el lugar de trabajo pueden ser numerosos y potencialmente de gran valor para cualquier empresa. En la mayoría de las empresas, una política de puertas abiertas indica a los empleados que un supervisor o gerente está abierto a las preguntas, quejas, sugerencias, etc. de un empleado. El objetivo es fomentar la comunicación abierta, la retroalimentación y la discusión sobre cualquier preocupación que los empleados puedan tener.

Una política de este tipo puede resultar extremadamente valiosa en sus esfuerzos por mantener la moral de los empleados y reducir la rotación de personal. A su vez, los empleados pueden sentir que pueden comunicarse con el propietario u otros altos directivos y entender cómo estas estrategias pueden afectar a su trabajo individual. Los empleadores también pueden beneficiarse de conocer de primera mano lo que es importante para su equipo.

Lo que puede ocurrir sin una política de puertas abiertas

Los efectos de no promover una política de puertas abiertas en el lugar de trabajo pueden ser igualmente significativos. Sin esta política:

  • Un gerente, supervisor o propietario puede aislarse de sus equipos.
  • Los problemas de rendimiento de los empleados pueden no ser abordados, lo que puede llevar a empeorar las situaciones.
  • La moral general del equipo puede caer en picado en un entorno en el que no se discute abiertamente.
  • La calidad de la cultura puede disminuir, lo que puede llevar a una caída de la productividad y/o a un aumento de la rotación de los empleados.
  • La forma en que los empleados se comunican con el propietario o el líder de la empresa también puede tener un impacto en el resultado final. Un individuo que está bloqueado por un problema u obstáculo operativo puede no ser tan productivo como podría ser. Lo que necesita es tener acceso a alguien que pueda aconsejarle o ayudarle a resolver el problema. Por eso es esencial analizar qué constituye una política de puertas abiertas y empezar a aplicar una que tenga sentido para su empresa.

    Ser accesible, pero establecer límites

    Establecer una política de puertas abiertas no tiene por qué ser difícil. Tampoco significa que la puerta de su oficina esté literalmente abierta a las preguntas y comentarios de los empleados cada hora del día. Tenga en cuenta lo siguiente:

    • Cuando diseñe la política, comience por determinar cuándo quiere ser accesible – tal vez por la mañana o por la tarde, o durante tiempos limitados durante la semana.
    • Haga saber a los empleados que cuando encuentren su puerta abierta, son bienvenidos a pasar y compartir sus pensamientos o consultas. Por el contrario, cuando su puerta está cerrada, puede ser mejor para ellos programar algún tiempo para reunirse con usted.
    • También está bien establecer límites de puertas abiertas. Recuerde a los empleados que su tiempo, al igual que el de ellos, es extremadamente valioso. Ser responsable del bienestar general de la empresa significa que usted no puede estar disponible personalmente tanto como le gustaría. Anime a los empleados a pensar cuidadosamente en un problema y en una posible solución por su cuenta antes de dirigirse a usted.
    • También hágales saber que esta política no existe para difundir chismes o rumores. El objetivo es siempre explorar los obstáculos u oportunidades y llegar a soluciones prácticas.
    • Por su parte, una política de puertas abiertas es una gran oportunidad para perfeccionar sus habilidades de escucha. Esto puede ser difícil, ya que muchos propietarios y gerentes suelen estar ansiosos por hablar y pueden sentir la necesidad de llenar los vacíos en una conversación. Sin embargo, es mejor que utilicen la escucha activa y que observen más de cerca las señales no verbales del empleado. La capacidad de escuchar bien es beneficiosa en prácticamente todas las situaciones empresariales, por lo que esta es una gran manera de afinar esas habilidades para ayudar a tratar más adelante con clientes y proveedores.

      Una política de puertas abiertas también puede servir como un «sistema de alerta temprana» para los problemas que acechan bajo la superficie. En el entorno frenético de una nueva empresa, por ejemplo, los empresarios se centran en las actividades de futuro y pueden pasar por alto los problemas subyacentes. Esto significa que el propietario de la startup puede no reconocer las fuertes emociones que llevan consigo varios empleados, lo que puede distraerlos de hacer su trabajo. Con una política de puertas abiertas, los empleados saben que quieres estar informado de los conflictos cuando se produzcan y ayudarles a encontrar una solución lo antes posible.

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