¿Sabías que la misma pila que usamos hoy se inventó en 1887? Con sólo una pequeña mejora, la pila «seca» fue una victoria científica porque no tenían líquido y podían usarse en dispositivos portátiles. Antes, las pilas eran grandes y frágiles recipientes de cristal con varillas de metal, lo que hacía que no fueran los artículos más domésticos. Dicho esto, las antiguas pilas húmedas todavía se pueden encontrar en industrias modernas como la de la automoción o la de las telecomunicaciones, e incluso puedes crear tu propia pila en casa utilizando elementos de tu entorno. La humilde batería es más que una simple herramienta -la tecnología no ha cambiado mucho en siglos- y dependemos de ellas más de lo que crees. Sólo en Estados Unidos, tiramos tres mil millones de pilas al año, lo que supone una gran cantidad de energía.
Lo que nos llevó a preguntarnos, ¿cómo funcionan las pilas? Las pilas están formadas por un ánodo (el extremo negativo), un cátodo (el extremo positivo) y electrolitos. Cuando se conecta una batería, los electrolitos reciben un circuito para moverse entre los dos extremos, lo que crea la energía.
Parece sencillo, ¿verdad? Pero ¿puedes nombrar otras partes importantes del proceso, como la oxidación o la reducción? Y cómo funciona una batería recargable? A continuación hemos resumido todo el proceso en una útil animación, para que la próxima vez que enciendas el televisor puedas visualizar todo el ciclo.
A menos que se trate de un juguete nuevo o de un mando de televisión sin «jugo», las pilas suelen pasar desapercibidas. Sin embargo, las pilas hacen algo más que alimentar los pequeños electrodomésticos de nuestro hogar. Se pueden encontrar en muchas formas y tamaños, desde las recargables de nuestros smartphones hasta las enormes baterías de iones de litio que pueden alimentar una red de energía.
Si quieres saber más sobre la electricidad, tus opciones energéticas y cómo ahorrar en tus costes de energía, visita nuestra web para comprar planes de energía.
0 comentarios