Por otro lado, no todos los casos de mal aliento requieren una intervención profesional. Existen remedios caseros y prácticas cotidianas que podrían ayudarte a evitar y deshacerte del mal olor.
Estilo de vida y remedios caseros
- Lávate los dientes después de comer.
Se recomienda cepillar los dientes dos veces al día. Sin embargo, si tienes mal aliento, es mejor que te cepilles los dientes después de cada comida. Asegúrese de utilizar una pasta de dientes con flúor al menos dos veces al día, especialmente después de las comidas.
Puede ser un poco incómodo tener siempre pasta y cepillo de dientes en el trabajo. En su lugar, puede llevar un pequeño frasco de enjuague bucal. La mayoría de los enjuagues bucales tienen propiedades antibacterianas
- Haga uso del hilo dental una o dos veces al día
El cepillado no siempre elimina todas las partículas de comida. El hilo dental es la forma correcta de eliminar manualmente las partículas de comida que se quedaron atascadas entre los dientes. Sólo hay que tener cuidado de no dañar la encía con el hilo dental.
- Limpia las prótesis o aparatos dentales
Si llevas algún tipo de aparato dental, las bacterias pueden crecer en los espacios entre el aparato y los dientes y causarte mal aliento. Limpia los aparatos con la mayor frecuencia y minuciosidad posible.
- Ajusta tu dieta
Para algunas personas, el ajo y la cebolla pueden causar un mal caso de olor bucal. Si estos alimentos son los culpables, elimínelos de su dieta. Además, evite los alimentos excesivamente grasos y azucarados, ya que pueden provocar un crecimiento excesivo de bacterias.
- Evite la sequedad bucal
La saliva desempeña un papel vital en la gestión de las bacterias orales. Para mantener la boca húmeda, bebe mucha agua. Evita el tabaco, el café, los refrescos o el alcohol, ya que pueden provocar una boca más seca. Si tienes una boca seca crónica, acude a un dentista o a un médico.
- Cepilla tu lengua
Tu lengua alberga bacterias, por lo que cepillarla cuidadosamente puede reducir los olores. Invierta en un raspador lingual o en un cepillo de dientes con limpiador lingual incorporado.
Otras prácticas generales de salud bucodental que podrían ayudarle a controlar el mal aliento incluyen, sustituir su cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, y acudir a sus citas periódicas con el dentista. Si le preocupa su salud oral, consulte con su dentista lo antes posible.
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