La menta es una hierba perenne con tallos cuadrados de cuatro lados con hojas opuestas y flores de labios pequeños. Todas las partes de las plantas son picantes.
Tipos de menta
El género Mentha tiene muchos cultivares, y vale la pena cultivar varias variedades ya que muchos alimentos saben mejor con un toque de menta. Mientras que la menta piperita y la menta verde son las más conocidas, los jardineros de hierbas también pueden cultivar la menta manzana peluda, la menta naranja y la popular menta chocolate. La menta corsa, parecida al musgo, es una atractiva enredadera, buena entre los adoquines o en el jardín de rocas.
Cómo cultivar la menta
Todas las mentas prefieren un lugar fresco y húmedo en sombra parcial, pero también crecerán a pleno sol. La menta es extremadamente variable a partir de las semillas. En su lugar, pida plantas a una fuente acreditada o visite un vivero para encontrar plantas cuyo sabor y aroma le atraigan.
Una planta de cada cultivar que seleccione proporcionará pronto más que suficiente menta para el uso doméstico – el gran problema es evitar que invadan todas las plantas vecinas. Para evitarlo, plante las mentas en recipientes sin fondo que tengan al menos 15 pulgadas de profundidad y estén hundidos en el suelo con una o dos pulgadas que sobresalgan por encima de la superficie del suelo, o plante por encima del suelo en tinas y barriles.
Colección de la menta
Recorte las hojas o ramitas según sea necesario. Para cosechar en cantidad, corte los tallos a unos dos centímetros del suelo. Puede hacer varias cosechas, dependiendo de la duración de la temporada. Cuelga la menta en manojos sueltos para que se sequen al aire, o seca las hojas individuales en una bandeja en un deshidratador de alimentos. Congele su cosecha de menta para más tarde en bolsas autosellantes.
Utilizando la menta
Disfruta de tés aromáticos de menta calientes o helados – como esta estupenda receta de té helado de menta con un poco de zumo de lima recién exprimido. El té de menta, un remedio centenario, puede calmar el malestar estomacal. Añade hojas frescas picadas al cordero, al arroz, a las ensaladas o a las verduras cocidas. Tampoco te olvides de los cócteles con infusión de menta y los postres con sabor a menta.
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