Condiciones de vida
COMEMORACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Buchenwald fue un importante campo de concentración nacionalsocialista situado en Turingia, en el centro de Alemania, en el Ettersberg, una montaña a ocho kilómetros al norte de Weimar. Los orígenes del campo se remontan a una petición del gauleiter del Partido Nazi o líder del distrito de Turingia, Fritz Sauckel (1894-1946), que quería sustituir un pequeño campo de concentración en su reino. La propia administración del campo de concentración de las SS (Schutzstaffel) estaba interesada en crear un nuevo campo de concentración «moderno» como el de Sachsenhausen. El campo se inauguró en julio de 1937. La Sociedad Cultural Nazi de Weimar (NS-Kulturgemeinde) quería evitar el nombre de «campo de concentración de Ettersberg» porque el poeta Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), que vivía en Weimar, había paseado por allí con frecuencia. Supuestamente, el propio jefe de las SS, Heinrich Himmler, eligió el nombre más bien «neutral», que oficialmente rezaba «K.L. Buchenwald/Post Weimar»
El territorio propiedad de las SS se amplió posteriormente hasta 1940, hasta alcanzar las 190 hectáreas. El campo en sí estaba dividido en varios sectores, el «campo grande», el «campo pequeño», temporalmente el «campo de tiendas», y la zona para el personal de las SS y las instalaciones económicas de la Deutsche Ausrüstungswerke (DAW, fábrica de armamento alemana), propiedad de las SS. Una Kommandantur, en 1944, formada por más de trescientos funcionarios de las SS, organizaba la vida del campo y los crímenes contra los prisioneros. Karl Otto Koch (1897-1945) fue el primer comandante del campo; fue sustituido por Hermann Pister (1885-1948) en enero de 1942. Las tareas de vigilancia fueron realizadas primero por el SS-Totenkopfstandarte Thüringen, y después del comienzo de la guerra por un Wachsturmbann Buchenwald. Su personal pasó de 1.200 hombres en 1938 a 6.300 hombres y mujeres a principios de 1945, momento en el que la mayoría de los guardias estaban de servicio en subcampos.
Los primeros 149 prisioneros llegaron a Buchenwald el 14 de julio de 1937. Junto con varios cientos de internos de los campos de Sachsenburg y Lichtenburg, recientemente disueltos, tuvieron que construir la infraestructura del campo. En abril de 1938 llegaron al campo las víctimas de los arrestos masivos durante la llamada acción contra los asociales, seguidos por varios miles de judíos durante los arrestos masivos de junio y noviembre de 1938, estos últimos relacionados con la Noche de los Cristales. Estos prisioneros fueron tratados especialmente mal y, como consecuencia, pronto murieron cientos de ellos. Tras el comienzo de la guerra, los prisioneros polacos y judíos recién llegados fueron puestos en el improvisado «campo de tiendas», donde en pocos meses murieron en masa por las horribles condiciones de vida. A finales de 1939 vivían en el campo casi doce mil prisioneros; luego esta cifra se redujo a algo menos de ocho mil. Hasta finales de 1941 el número de prisioneros se mantuvo fundamentalmente igual, a pesar de algunas deportaciones desde los Países Bajos. En octubre de 1941 se creó un pequeño campo adicional para prisioneros de guerra soviéticos; en octubre de 1942 la mayoría de los prisioneros judíos fueron deportados a Auschwitz.
Durante la segunda mitad de la guerra se crearon subcampos, sobre todo para las industrias de armamento del centro de Alemania. Los subcampos estaban dispersos desde Renania en el oeste, en Westfalia, en la provincia de Hannover, y especialmente en Alemania central, hasta Silesia en el este. Uno de los peores fue el subcampo Mittelbau-Dora, que en octubre de 1944 se transformó en un campo principal separado, asumiendo otras ramas. Del mismo modo, Buchenwald integró todas las ramas del campo de mujeres de Ravensbrück, que estaban situadas en su ámbito geográfico, en septiembre de 1944. Así, algunos subcampos de Buchenwald estaban formados exclusivamente por prisioneras. En el mayor de ellos, cinco mil mujeres trabajaban para la empresa Hugo Schneider AG en Leipzig. Las sucursales más grandes de Buchenwald, como Ellrich o Nordhausen, habían crecido hasta alcanzar casi el mismo tamaño que el propio campo principal antes de 1942.
Ya en la primavera de 1944 más de la mitad de los cuarenta y dos mil presos estaban encarcelados en subcampos. Cada vez más civiles de Francia y de la Unión Soviética fueron llevados a Buchenwald, y en el verano de 1944 incluso judíos de Hungría fueron llevados allí. En otoño de 1944, el 27 por ciento de los internos eran civiles soviéticos no judíos, el 20 por ciento eran polacos, el 15 por ciento eran franceses y el 12 por ciento eran judíos de diferentes países. Especialmente en el último periodo de la guerra, fueron deportados al campo pequeños grupos específicos, como políticos alemanes de la época anterior a 1933, prisioneros de guerra aliados occidentales, estudiantes noruegos y policías daneses. Como consecuencia de la evacuación de los campos de Polonia, especialmente de Auschwitz y Groß-Rosen en enero de 1945, Buchenwald se convirtió en el mayor campo de concentración del Reich. El número de internos ascendió finalmente a 112.000 personas en febrero de 1945, entre ellas 25.000 mujeres. En ese momento la mayoría de los prisioneros vivían en los ochenta y siete subcampos.
Condiciones de vida
Las condiciones de vida en Buchenwald eran tan horribles como en los demás campos de Alemania. Un pequeño número de prisioneros prominentes -como los tres primeros ministros franceses Édouard Daladier, Paul Reynaud y Léon Blum- fueron mantenidos en sectores separados del campo y tratados mejor que la media. Pero, en general, casi todos los prisioneros sufrían de desnutrición constante, y probablemente uno de cada diez reclusos estaba infectado de tuberculosis. En el primer período del campo, los prisioneros trabajaban en el propio campo o en la zona de Weimar -a partir de 1943 en la industria armamentística, como la productora de armas «Wilhelm-Gustloff-Werke» en Weimar. La compañía penal fue obligada a trabajar en la cantera de piedra de Ettersberg, un horrible lugar de trabajo con un altísimo índice de mortalidad. Más tarde, los reclusos de Buchenwald fueron obligados a trabajar en la producción de armas, municiones y aviones; en trabajos de excavación para instalaciones subterráneas o en la limpieza de bombas ciegas en las ciudades. Las inhumanas condiciones de vida y de trabajo provocaban un rápido deterioro de la salud; los guardias de las SS o los vigilantes de las empresas golpeaban con frecuencia a los prisioneros o incluso los mataban. La tortura sistemática era aplicada por las SS del campo en el «búnker», una celda penal específica, o por el departamento político del campo, una rama de la Gestapo de Weimar. En 1940 la tasa de mortalidad anual ya había ascendido al 20 por ciento. Hasta 1942 los cadáveres de las víctimas eran incinerados en el crematorio de un cementerio de Weimar, pero luego Buchenwald obtuvo su propio crematorio.
A partir de 1941, las acciones sistemáticas de matanza afectaron a los prisioneros de Buchenwald. A partir de julio de 1941 las comisiones médicas seleccionaban a los prisioneros débiles y viejos, preferentemente judíos, y los enviaban a centros de exterminio por «eutanasia» como Sonnenstein y Bernburg, donde eran asesinados con gas. Unos meses más tarde, las SS empezaron a fusilar a los prisioneros de guerra soviéticos cerca del territorio del campo: los soviéticos habían sido seleccionados como «indeseables» en los campos de prisioneros de guerra alemanes. En total, unos ocho mil soldados del Ejército Rojo fueron asesinados de esta manera. Más de mil prisioneros fueron fusilados por la Gestapo dentro del crematorio, entre ellos el antiguo líder del Partido Comunista Ernst Thälmann. Desde principios de 1942, los médicos de los campos de las SS llevaron a cabo crueles experimentos médicos con los prisioneros, que provocaron la muerte de la mayoría de las víctimas. Finalmente, en 1944, especialmente los reclusos judíos y romaníes fueron enviados a Majdanek y Auschwitz y allí fueron asesinados.
A pesar de las extremas condiciones del campo, algunos prisioneros consiguieron establecer improvisadas organizaciones clandestinas; los comités nacionales del campo que se fundaron desde finales de 1943 sirvieron para ayudar a sus compatriotas o a los casi novecientos niños encarcelados. En agosto de 1944 la aviación estadounidense bombardeó la Wilhelm-Gustloff-Werke, causando más de trescientas víctimas entre los prisioneros. Así, Buchenwald entró en la fase final de la guerra. Las SS del campo prepararon la evacuación desde principios de 1945. A principios de abril, veintiocho mil prisioneros del campo principal fueron conducidos al sur por ferrocarril o en marchas de la muerte; casi doce mil murieron en el camino o en otros campos. El 11 de abril de 1945, las tropas del ejército estadounidense, ayudadas por un levantamiento de los prisioneros, liberaron Buchenwald, que aún albergaba a veintiún mil internos. Cientos de ellos murieron inmediatamente después de la liberación porque su estado de salud había sido extremadamente crítico.
La población de los alrededores -especialmente los ciudadanos de Weimar- estaba en gran medida informada sobre el campo y hasta cierto punto también sobre las atrocidades. El personal de las SS tenía contactos diarios con los lugareños, y la infraestructura del campo estaba estrechamente relacionada con la economía de Weimar, ya que los trabajadores forzados trabajaban en la ciudad. Después de la liberación, las autoridades militares estadounidenses obligaron a los habitantes de Weimar a visitar la zona del campo, para encontrarse con una masa de cadáveres de aquellos prisioneros que habían muerto durante el período final del campo.
Desde 1937 hasta 1945, 266.000 personas fueron prisioneras en el sistema de campos de Buchenwald, entre ellas 27.000 mujeres añadidas durante la reorganización de 1944. Treinta y cinco mil prisioneros murieron en el campo y en todas sus dependencias. Si se suman los asesinatos de prisioneros de guerra soviéticos y los que tuvieron lugar durante la evacuación, Buchenwald se cobró la vida de cincuenta y seis mil seres humanos. Sólo algunos de los responsables de las SS -treinta y un funcionarios- fueron juzgados durante el llamado juicio de Buchenwald en un tribunal militar estadounidense en Dachau en 1947. Los responsables individuales, incluida la esposa del primer comandante, Ilse Koch, fueron condenados por tribunales soviéticos o alemanes.
La Policía Secreta Soviética, que entró en Turingia en junio de 1945 tras el reparto de las zonas de ocupación, ya en otoño de ese año comenzó a utilizar las instalaciones del campo para sus propios fines, instalando allí el Campo Especial nº 2. Al principio, se internaron en el campo sobre todo funcionarios nazis y miembros de organizaciones nazis, pero más tarde también se mantuvo allí a las víctimas de persecuciones y denuncias políticas. Casi la mitad de los veintiséis mil internos murieron en el campo, especialmente por desnutrición durante el invierno de 1946-1947. Miles fueron deportados a campos dentro de la Unión Soviética. En enero de 1950 el campo del MVD (Ministerio del Interior) fue disuelto.
COMEMORACIÓN
A diferencia de otros campos, como Dachau para los estadounidenses o Bergen-Belsen para los británicos, Buchenwald no ocupó un lugar central en la memoria de la guerra después de 1945. Sin embargo, en la segunda mitad de la década de 1950 se convirtió en un importante lugar de conmemoración de la política de Alemania Oriental. La mayoría de las instalaciones del campo fueron demolidas después de 1950. En 1958 se inauguró el Nationale Mahnund Gedenkstätte Buchenwald, centrado en el destino de Ernst Thälmann. La interpretación comunista de la historia del campo fue muy popular en la novela del antiguo prisionero Bruno Apitz, Nackt unter Wölfen (1958; Desnudo entre lobos, 1960; versión cinematográfica, 1963). El libro glorificaba la clandestinidad de los prisioneros comunistas y se introdujo como lectura obligatoria en las escuelas de Alemania Oriental. Sin embargo, la historia del campo soviético de Buchenwald fue completamente ignorada en la República Democrática Alemana (RDA).
En Occidente, las publicaciones sobre Buchenwald, la mayoría de ellas escritas por antiguos reclusos, ofrecieron una imagen mucho más diferenciada. Eugen Kogon basó su primera historia general de los campos nazis, Der SS-Staat (1946; Teoría y práctica del infierno, 1950),en su experiencia en Buchenwald. La perspectiva individual y humana prevaleció en las memorias de los antiguos prisioneros, las más importantes de las cuales fueron L’espèce humaine (1947; La raza humana, 1992) de Robert Antelme y, sobre todo, Le grand voyage (1963; Largo viaje, 1964) y Quel beau dimanche (1980; Qué hermoso domingo, 1982) de Jorge Semprún, escritas tras su ruptura con el Partido Comunista en 1964.
Desde mediados de la década de los noventa ha habido un considerable debate público sobre la clandestinidad comunista, ya que algunos de sus miembros, como funcionarios de prisiones, supuestamente decidían quiénes eran incluidos en las listas de la muerte de las SS. Este hecho desmontó casi por completo los mitos que rodeaban a la clandestinidad comunista en el campo. La doble perspectiva de la historia de Buchenwald, como campo nazi y soviético, también dio lugar a fuertes discusiones. El memorial, que ahora forma parte de la Stiftung Gedenkstätten Buchenwald und Mittelbau-Dora, inauguró una nueva exposición sobre el campo nazi en 1995 y otra sobre el campo de la MVD en 1999.
Véase tambiénAuschwitz-Birkenau; Campos de concentración; Gestapo; Holocausto; SS (Schutzstaffel).
BIBLIOGRAFÍA
«Buchenwald Memorial». Página web en Internet. Disponible en http://www.buchenwald.de/.
El informe de Buchenwald. Traducido, editado y con una introducción de David A. Hackett. Boulder, Colorado, 1995.
Polak, Edmund. Dziennik buchenwaldzki. Warsaw, 1983.
Ritscher, Bodo, et al., eds. Das sowjetische Speziallager Nr. 2, 1945-1950: Katalog zur ständigen historischen Ausstellung. Göttingen, Alemania, 1999.
Stein, Harry, comp. Campo de concentración de Buchenwald 1937-1945: Guía de la exposición histórica permanente. Editado por el Memorial de Buchenwald. Göttingen, Alemania, 2005.
Dieter Pohl
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