La artritis describe cualquier condición en la que el cartílago de la articulación se rompe. Normalmente, una articulación está formada por dos superficies óseas lisas y cubiertas de cartílago que encajan como un conjunto emparejado y se deslizan una contra otra. La artritis puede producirse cuando estas superficies lisas se vuelven irregulares al romperse el cartílago. Esto da lugar a superficies que ya no encajan bien entre sí, esencialmente «se desgastan».
La artritis psoriásica es una enfermedad en la que el revestimiento de la articulación se inflama y se hincha. Debido a que esta inflamación estira los tejidos que mantienen fuerte la articulación, ésta puede aflojarse o torcerse. Además, los extremos lisos de los huesos se desgastan y el hueso puede perder su forma normal. La artritis psoriásica puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, y afecta por igual a hombres y mujeres.
La psoriasis es una enfermedad cutánea en la que la piel de las personas se vuelve seca, roja y escamosa (Figura 1). Puede afectar a cualquier parte del cuerpo. Hasta el 30% de las personas con psoriasis desarrollan artritis psoriásica, según la Fundación Nacional de Psoriasis.
La artritis puede ser debilitante cuando afecta a las manos y los dedos. Las formas más comunes de artritis en la mano son la osteoartritis, la artritis postraumática (tras una lesión) y la artritis reumatoide. Otras causas de la artritis de la mano son las infecciones, la gota y la psoriasis.
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