Respecto a la Antigua Edad de Piedra, el autor menciona las evidencias aportadas por los asentamientos de la cultura Sebiliana que muestran que el suministro de alimentos se basaba en la caza, la pesca y, particularmente, la recolección de moluscos. Las querencias indican que se explotaban las gramíneas silvestres. El trigo y la cebada eran los principales alimentos derivados de la agricultura en el Neolítico y con ellos se elaboraba pan y también papillas. En el periodo predinástico hay indicios de que se conocían el pan con levadura y la cerveza y era costumbre parchear el trigo.
La alimentación en el Reino Antiguo se basaba en el pan, las verduras, las frutas, el pescado e incluso la leche y el queso. Las conocidas imágenes de las mastabas nos hablan de la elaboración de vino, cerveza y pan, de la matanza de animales, etc.
En cuanto al Reino Nuevo, la información útil sobre la alimentación y la bebida procede de los registros relativos a la tumba del dignatario Kha y a la aldea de Deer el Medina, y del papiro Harris. También se consideran los datos relativos a las raciones de los soldados y los trabajadores de las canteras. La situación alimentaria en los periodos posteriores al Reino Nuevo es objeto de una nota final.
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