Agricultura intensiva, en economía agrícola, sistema de cultivo que utiliza grandes cantidades de mano de obra y capital en relación con la superficie de la tierra. Se necesitan grandes cantidades de mano de obra y capital para la aplicación de fertilizantes, insecticidas, fungicidas y herbicidas a los cultivos en crecimiento, y el capital es particularmente importante para la adquisición y el mantenimiento de maquinaria de alta eficiencia para la siembra, el cultivo y la cosecha, así como el equipo de riego cuando se requiere.
El uso óptimo de estos materiales y máquinas produce un rendimiento de las cosechas por unidad de tierra significativamente mayor que la agricultura extensiva, que utiliza poco capital y mano de obra. En consecuencia, una explotación que utilice la agricultura intensiva necesitará menos tierra que una explotación de agricultura extensiva para producir un beneficio similar. En la práctica, sin embargo, las mayores economías y eficiencias de la agricultura intensiva a menudo animan a los operadores agrícolas a trabajar en extensiones muy grandes para mantener sus inversiones de capital en maquinaria ocupadas productivamente, es decir, ocupadas.
En el plano de la teoría, el aumento de la productividad de la agricultura intensiva permite al agricultor utilizar una superficie de tierra relativamente más pequeña que se encuentra cerca del mercado, donde los valores de la tierra son altos en relación con la mano de obra y el capital, y esto es cierto en muchas partes del mundo. Si los costes de la mano de obra y los desembolsos de capital para la maquinaria y los productos químicos, así como los costes de almacenamiento (cuando se desee o se necesite) y de transporte hasta el mercado son demasiado elevados, entonces los agricultores pueden considerar más rentable recurrir a la agricultura extensiva.
Sin embargo, en la práctica, muchos agricultores a escala relativamente pequeña emplean alguna combinación de agricultura intensiva y extensiva, y muchos de ellos operan relativamente cerca de los mercados. Muchos operadores agrícolas a gran escala, especialmente en naciones relativamente extensas y avanzadas desde el punto de vista agrícola como Canadá y Estados Unidos, practican la agricultura intensiva en zonas donde el valor de la tierra es relativamente bajo, y a grandes distancias de los mercados, y cultivan enormes extensiones de tierra con altos rendimientos. Sin embargo, en tales sociedades la sobreproducción (más allá de las demandas del mercado) a menudo resulta en una disminución de las ganancias como resultado de los precios deprimidos.
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