A menudo, San José pasa desapercibido por su comportamiento tranquilo y su vida oculta. Sin embargo, tiene mucho que enseñarnos sobre cómo crecer en santidad. Aquí hay 5 razones para descubrir a San José.
1. Es el patrón de los trabajadores.
Como hombres el trabajo ocupa gran parte de nuestra vida. A menudo luchamos por trabajar de una manera que honre a Dios. San José puede enseñarnos a trabajar bien si se lo pedimos. Una forma de hacerlo es empezar el día de trabajo con una oración a San José.
También es bueno invocar a San José si tienes dificultades para encontrar trabajo. Se le encargó que mantuviera al Hijo de Dios, por lo que entiende perfectamente la presión a la que se enfrentan los hombres para mantener a sus familias. En mi propia vida, he visto el poder de la intercesión de San José para encontrar trabajo a mis amigos.
2. Su intercesión es poderosa.
Un seminarista me habló una vez de la poderosa intercesión de San José. Me explicó que siempre que necesitaba algo, pedía la ayuda de San José, y sus necesidades eran satisfechas. En los últimos años, he sido testigo de esto en mi propia vida. San José ha respondido a muchas de mis oraciones, ya sea para encontrar un trabajo o para formar una familia. En su autobiografía, Santa Teresa de Ávila nos da una idea de por qué la intercesión de San José es tan poderosa.
A otros santos parece que el Señor les dio la gracia de socorrernos en algunas de nuestras necesidades, pero de este glorioso santo mi experiencia es que nos socorre en todas, y que el Señor quiere enseñarnos que, así como en la tierra le estuvo sujeto, (pues, siendo su guardián y llamándose su padre, podía ordenarle) así en el cielo sigue haciendo todo lo que le pide.
3. Él modela la paternidad para nosotros.
Dios Padre eligió a San José entre todos los hombres para ser el padre adoptivo de Jesús. Eso dice realmente algo sobre su carácter, pues se le encomendó dirigir, proveer y proteger al Hijo de Dios y a la mayor criatura de Dios, Nuestra Señora. José sirvió fielmente a la Sagrada Familia y la protegió del peligro para que pudiera cumplir la misión de Dios.
San José enseñó a Jesús en su humanidad a ser hombre. Sin duda le enseñó a ser un judío fiel, así como el oficio de la carpintería. Él nos modela bien a los padres cómo ser los líderes espirituales de nuestras familias. Como San José, estamos llamados a mostrar el amor de Dios Padre a nuestras esposas e hijos.
4. Fue un hombre obediente
Cada vez que Dios le pedía algo, José estaba ansioso por decir que sí. Ya fuera tomar a María como esposa, ir a Belén para el censo, o huir con su familia a Egipto, José siempre siguió la voluntad de Dios inmediatamente. En una época en la que se nos dice que hagamos las cosas a nuestra manera, José es un gran recordatorio de que la verdadera grandeza se encuentra en seguir la voluntad de Dios, no la nuestra.
5. Era un hombre de silencio
Nunca escuchamos una palabra de San José en la Biblia porque era un hombre de gran silencio. Gracias a este silencio, pudo escuchar la voz de Dios y discernir su voluntad para la Sagrada Familia. En una época de ruido y muchas palabras, José nos recuerda que si queremos escuchar la voz de Dios, debemos acallar nuestros corazones y entrar en el silencio.
¡Vaya con José!
Estas son sólo algunas de las muchas razones por las que todo hombre católico debería desarrollar la devoción a San José. Ahora que se acerca su fiesta en marzo, es el momento perfecto para conocer a este gran santo y pedir su intercesión para vivir una vida santa.
Algunos santos tienen el privilegio de extendernos su patrocinio con particular eficacia en ciertas necesidades, pero no en otras; pero nuestro santo patrón San José tiene el poder de asistirnos en todos los casos, en toda necesidad, en toda empresa. – Santo Tomás de Aquino
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