Publicado originalmente: Mar 3, 2017
Última actualización: Mar 3, 2017
La transición del instituto a la universidad puede ser un reto, sobre todo por el cambio de estilo de vida. En el instituto había menos libertad y responsabilidad, pero en la universidad, todo lo que haces cae sobre tus hombros. Es crucial organizarse y estar al tanto de todo para conquistar la universidad. A partir de mi propia experiencia, he ideado cinco formas súper fáciles de organizarse desde el primer año.
Sigue tus planes de estudio
Una gran diferencia entre el instituto y la universidad es la importancia de tener un plan de estudios. En el instituto el temario se entrega el primer día y suele acabar con garabatos producidos por el aburrimiento o en la basura. Realmente no recuerdo la última vez que un profesor de instituto me hizo consultar el programa de estudios, únicamente porque nunca había nada realmente importante en él. Pero el programa de estudios se ve de forma totalmente diferente en la universidad. En lugar de ser un desperdicio de papel, el programa es básicamente la Sagrada Escritura del curso.
Un programa universitario suele contener los materiales necesarios para el curso, la información de contacto del profesor y las horas de oficina (nota al margen: aprovecha esas horas), las políticas académicas de tu escuela, los plazos de los proyectos y las fechas de los exámenes. Los profesores no sólo dedican mucho tiempo a preparar su programa de estudios, sino que también te dirán que lo consultes antes de hacerles cualquier pregunta: ¡es así de serio! Para estar al día, asegúrate de revisar y anotar los plazos de todos los programas de los cursos en cuanto los recibas. Esto te preparará para todo el semestre, pero también te aliviará el estrés de no saber cuándo se vencen todas tus tareas.
Mantén un planificador
Entonces, ¿dónde anotar todas esas fechas límite? Te recomiendo comprar un planificador. Muchos institutos proporcionan a los estudiantes planificadores básicos y baratos que acaban arrugados en el fondo de tu mochila. Pero las agendas son estupendas para llevar un control de los plazos, las citas y las tareas diarias.
Puede que te digas a ti mismo que puedes pasar el año recordando mentalmente los plazos o garabateándolos de vez en cuando en una nota adhesiva. Mi consejo es que seas proactivo y adquieras el hábito de hacer un seguimiento de tus tareas. Abandona la actitud de «ya me acordaré», porque lo más probable es que te olvides de que tienes que entregar un trabajo en dos días.
Una de mis agendas favoritas es la de Day Designer. Este planificador es estupendo para llevar la cuenta de tus tareas diarias y te ofrece un margen mensual y semanal para que no tengas que comprar un calendario mensual. Además, Day Designer equipa sus planificadores con cinco páginas sobre cómo mantenerse organizado y orientado a los objetivos. Si quieres un planificador con menos campanas y silbatos, el planificador Minimalista tiene un diseño claro y limpio, pero aún así te ofrece la posibilidad de planificar tu ajetreado día por horas y organizar las tareas diarias. Al igual que la agenda Day Designer, la Minimalist te ofrece la posibilidad de planificar los objetivos mensuales en tres categorías: el yo, las relaciones y el mundo. Me ha resultado extremadamente útil llevar mi planificador conmigo para no olvidar nunca mi próximo plan de acción.
Relación: Por qué todos los estudiantes universitarios deberían llevar una agenda
Despeja tu escritorio
En la universidad, lo más probable es que tengas un compañero de piso (o dos o tres), y es importante tener un espacio limpio en el que puedas trabajar. Aunque tiendo a utilizar la biblioteca con bastante frecuencia, si me siento un poco perezoso, tengo la posibilidad de trabajar en mi escritorio en mi habitación. Te sugiero que mantengas un espacio desordenado, que te dé mucho espacio para extender tus apuntes, el portátil y la papelería. Además, tener un espacio para los bolígrafos, los lápices, los clips y los blocs de notas a un lado te dará un acceso rápido. Encima de mi escritorio tengo mi horario semestral y citas motivadoras, dejando un poco de color pero asegurándome de no distraerme. Al personalizar y hacer tuyo tu escritorio, te sentirás más inclinado a pasar tiempo allí, aumentando tus niveles de productividad.
Separa los materiales de tus cursos
Otro consejo que he encontrado súper útil es separar todas las materias y cursos en su propia carpeta, carpeta o cuaderno. Muchos de mis amigos de la escuela secundaria combinaban varios cursos en una carpeta de tres pulgadas y continuamente perdían sus tareas y trabajos debido al exceso de desorden. Al dar a cada asignatura su propio espacio, es más fácil diferenciar las próximas tareas y las fechas de entrega. Otro método que ayuda es codificar por colores las carpetas y los cuadernos para no tener que etiquetar o abrir carpetas para recordar qué asignaturas se están cursando ese semestre. Al evitar las carpetas grandes y pesadas y el desorden, tus habilidades de organización se trasladarán de tu dormitorio a tus clases.
Gestiona tu tiempo sabiamente
Una de las habilidades más importantes en la universidad es ser capaz de manejar con éxito tus cargas de trabajo y equilibrar tu tiempo. Para distribuir tu tiempo, establece las tareas a corto plazo para empezarlas y terminarlas primero, dándote más tiempo para completar los trabajos y tareas a largo plazo. Al establecer listas de tareas en orden cronológico, podrás visualizar el tiempo que tienes entre cada tarea y su fecha de entrega.
Relacionado: Gestión del tiempo y técnicas de estudio
Aunque la universidad es estresante y ajetreada para todos, estos consejos rápidos y sencillos te ayudarán a dominar la organización, las tareas, las fechas de entrega y tus niveles de estrés, dejándote en lo más alto durante los cuatro años de estudios. Feliz organización!
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