Sabemos lo que estás pensando: Te gustaría quemar cada uno de esos molestos bichos que zumban alrededor de la luz de tu porche y golpean tus ventanas.
Pero olvídate de esas plagas veraniegas de alas blancas que te vienen a la mente. Una polilla del Atlas se los comería para desayunar… si tuviera boca. Originaria del sudeste asiático, la polilla del Atlas rivaliza con cualquier mariposa por su belleza y grandeza, y es hora de mostrar a este insecto el respeto que merece. Por qué? Aquí tienes cinco datos sobre su vida que nos parecen impresionantes.
1. Es la polilla más grande del mundo en cuanto a la superficie de sus alas.
¿Listo para esto? La envergadura de las alas de una hembra de polilla del Atlas puede alcanzar hasta 12 pulgadas con una superficie de 62 pulgadas cuadradas. Adelante, coge una regla… eso es un gran bicho.
2. La palabra «Atlas» en su nombre tiene muchos significados, refiriéndose a sus patrones «mapeados», a su tamaño «titánico» y a los bordes en forma de serpiente de sus alas.
Muchos ven la palabra «Atlas» como una referencia a las líneas audaces y distintas que forman el patrón similar a un mapa que se encuentra en sus alas, los diferentes colores representan diferentes formaciones geológicas.
Una segunda teoría se basa en la mitología griega. Se dice que la polilla lleva el nombre de «Atlas», el titán condenado por Zeus a sostener el cielo sobre sus hombros. La referencia tiene que ver más con el gran tamaño de la polilla que con la idea de que lleven algún tipo de carga.
Por último, en China, el nombre cantonés de la polilla se traduce como «polilla cabeza de serpiente», en referencia a las puntas exteriores de las alas que se parecen mucho a la cabeza de una serpiente. Esto se puede ver muy claramente en casi todas las fotos de una polilla del Atlas.
Aunque las tres teorías tienen algo de fundamento, creemos que los chinos tienen más razón en su observación. Esas puntas parecen serpientes!
¡En serio! Los capullos son muy duraderos y se hilan a partir de hebras rotas de seda marrón conocidas como fagara, que las comunidades locales recogen de forma no comercial y convierten en productos utilizables, incluyendo bolsos. Algunos capullos desocupados no necesitan ser deconstruidos: pueden utilizarse «tal cual» como pequeños monederos de bolsillo, simplemente instalando una cremallera.
4. No tienen boca.
No tienes que preocuparte de que la Polilla del Atlas se coma la ropa de tu armario. A pesar de su gran tamaño, no tienen boca y no comen una vez que salen de sus capullos, confiando en el almacenamiento de grasa de sus etapas inmaduras de vida.
5. Una vez que emergen de sus capullos, las polillas del Atlas tienen una vida muy corta.
Después de pasar aproximadamente un mes en sus capullos, las polillas del Atlas emergen como las hermosas criaturas que hemos descrito anteriormente. Desgraciadamente, este estado es de corta duración, ya que las polillas adultas suelen morir una o dos semanas después de desplegar sus alas.
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