Por Mariam Yazdi, BSN, RN

Sé que la mayoría de nosotros pensamos lo mismo: los planes de cuidados no son más que una excusa para mantener a las enfermeras ocupadas por estarlo -¡como si no tuviéramos ya bastante que hacer! Pero si has llegado a un punto álgido en tu frustración con los planes de cuidados o si sigues confundido con ellos, este artículo está aquí para ayudarte.

Sigue leyendo si estás cansado de la monotonía del mundo de los planes de cuidados y quieres descubrir una forma de armarlos como un rompecabezas de cuatro piezas. Hagámoslo!

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el QUÉ

¿Qué sufre tu paciente? O ¿qué tiene a potencial de padecer?

Ahora recuerda que no se trata de diagnósticos médicos, como «aneurisma de aorta», o «diabetes», o incluso «hipertención». Esos son diagnósticos proporcionados por los médicos; aléjate de ellos y hazte un favor: aprende un puñado de tus diagnósticos de enfermería favoritos y guárdalos en el bolsillo. Utiliza los mismos 5 o 6 de forma rotativa y en función de las necesidades de tu paciente porque te garantizo que la mayoría de la gente sufre cosas similares.

El PORQUÉ

¿Por qué tu paciente sufre esta… cosa? Esta es la parte que viene después de esas pequeñas palabras «relacionadas con» o «como se evidencia por». Aquí es donde usted puede ser creativo y realmente hablar de los detalles de lo que está pasando con su paciente. ¿Por qué? ¿POR QUÉ?

¡PORQUE la Sra. Puff…

PORQUE! Es la respuesta al por qué. ¿Por qué su paciente tiene riesgo de…cosa? ¿Por qué su paciente tiene… la cosa? Porque son _blank_blank_blank. Porque tienen _blank_blank_blank.

¿Y CÓMO vamos a mejorarlo?

Aquí está. Lo has conseguido. Esta es la última pieza de tu puzzle. Aquí es donde dejas que tus intervenciones de enfermería brillen. Vas a hacer esto! y esto! y esto! Y luego, por supuesto… reevaluar. ¿Recuerdas el ADPIE?

Ahora pongamos esto en acción.

Tienes un paciente que se ha caído por las escaleras y tiene fracturas bilaterales de cadera. Están tumbados en la cama y se han negado a cambiar de posición porque les duele mucho. ¿Qué riesgo corren? Riesgo de deterioro de la integridad de la piel. ¿POR QUÉ están en riesgo? Por la falta de voluntad de cambiar de posición… POR el dolor intenso (secundario al movimiento). ¿CÓMO podemos mejorarlo? Controlar el dolor, fomentar los giros leves y suaves, cambiar de posición utilizando la cama.

¡Ta Da! Lo has conseguido!

Así de fácil. Los planes de cuidados -aunque a veces resulten tediosos y frustrantes por la cantidad de cosas que tenemos que hacer- proporcionan una hoja de ruta para los cuidados que damos como enfermeras. Es la prueba escrita del ciclo ADPIE, y demuestra a los que miran, que estamos en sintonía con las múltiples necesidades del paciente y las estamos satisfaciendo y reevaluando sobre la marcha.

Hablando de eso, el estado de mi paciente acaba de cambiar. Ahora que está todo asentado: ¡es hora de actualizar el plan de cuidados!

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