Hoy en día, la NASCAR puede ser vista como una carrera de especificaciones impulsada más por las personalidades que por los coches, pero en los años 60, era realmente una carrera de «stock cars». Para ganar en la pista, las compañías sacaban «especiales de homologación», coches de producción construidos con piezas de competición para calificarlos bajo las reglas de la competición.
A finales de los 60, la resistencia al viento se estaba convirtiendo en el factor limitante para las velocidades en pista. Chrysler estaba siendo superada por el Torino de Ford, más aerodinámico, así que se lanzaron a por todas con el Daytona y el Superbird. Ambos coches contaban con un revolucionario morro de fibra de vidrio puntiagudo para reducir la resistencia aerodinámica y un alerón alto para proporcionar carga aerodinámica a altas velocidades. Buddy Baker utilizó un Daytona para romper la barrera de las 200 mph en 1970, estableciendo un récord de velocidad que se mantendría durante 13 años.
Los coches dominaron el circuito, ganando el 75% de las carreras en 1969 y 1970. Sin embargo, las nuevas reglas para 1971 restringieron los motores de los coches «aero» a 300 c.i., lo que hizo que los diseños no fueran competitivos frente a los coches no aerodinámicos, que aún podían tener motores de hasta 426 c.i.
Aunque ambos compartían diseños similares, cabe preguntarse: ¿cuál era mejor, el Superbird o el Daytona?
Dodge Charger Daytona
Se vendieron algunos con el 426 Hemi, pero la mayoría estaban equipados con el 440 con carburador de cuatro barriles o el «Six Pack» con tres carburadores de dos barriles. Aparte de algunos complementos necesarios, como los frenos de disco eléctricos, el Daytona podía pedirse con todo lo disponible en un Charger. Al final, los 503 coches producidos fueron suficientes para satisfacer la demanda de los clientes y calificar el coche para una temporada completa de carreras.
Plymouth Superbird
Plymouth quería su propio coche aerodinámico para el piloto Richard Petty, pero terminaron construyendo 1.935 coches para cumplir con los nuevos requisitos de la NASCAR. Los concesionarios tuvieron problemas para vender algo tan radical, y a menudo recurrieron a convertirlos en Road Runners de serie para sacarlos del lote. Sin embargo, los retrasos y los cambios de normativa hicieron que el coche se utilizara sólo durante media temporada.
El Superbird utilizaba un diseño de alerón diferente al del Daytona, pero los fundamentos seguían estando ahí. Al igual que el Road Runner en el que se basaba, la lista de opciones era ligera, manteniendo el coste y el peso en vacío bajos.
Veredicto: Dodge Charger Daytona 1969
El Superbird puede haber tenido éxito con Petty al volante, pero la carrera más larga del Daytona le proporcionó más victorias. Junto con su producción más pequeña y exitosa, es el rey de los coches aéreos.
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