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¿Es realmente una buena idea esa cita con el café a las 4 de la tarde? Renunciar a esa bebida energética Monster te convertirá en uno? Si te apetece dejar la cafeína, o estás pensando en hacer un cambio, aquí tienes 12 beneficios que podrían llegar a ti.
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La cafeína estimula el sistema nervioso central, lo que puede provocar un aumento de los niveles de ansiedad si te permites una taza de más. Así que sí, bajarse una bebida energética puede darte temporalmente una sacudida, pero puede que no te gusten las palmas sudorosas residuales, las palpitaciones del corazón, la irritabilidad o las repercusiones inducidas por la ansiedad que podrían acompañar a dicha sacudida.
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Esa misma energía -que en realidad es un aumento de la producción de hormonas del estrés- pone a tu cuerpo en modo lucha o huida, lo que significa que te está preparando para la acción, no para la digestión. «Tu cuerpo comienza a bombear cortisol en niveles similares a los de una respuesta de estrés agudo», explica Cristina Tahoces, de Thrive Nutrition Practice. «El resultado es una mala digestión y absorción de nutrientes y minerales vitales». Además, como la cafeína aumenta la acidez y la cantidad de secreciones gástricas en el vientre, puede provocar malestar estomacal, indigestión y/o acidez.
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Puede ser difícil mantener esa sonrisa brillante cuando muestras una boca llena de dientes manchados de amarillo y marrón. El consumo de abundantes cantidades de tés negros y café oscuro sin duda pondrá a tus blancos perlados en riesgo de decoloración. Esto ocurre cuando la presencia de taninos (una sustancia orgánica que se encuentra en las plantas de las que proceden los tés, el café, el chocolate y el vino) se acumula en el esmalte dental. Con el tiempo, el pigmento de esas bebidas puede incrustarse y causar manchas amarillentas permanentes.
Según la Asociación Dental Americana, el café y el té con cafeína también pueden resecar la boca. La solución si los consumes? Beber agua y no añadir demasiado azúcar o jarabes.

Por ser estimulantes, el café y las bebidas energéticas alteran tu horario de sueño. «Si tomas cafeína de forma habitual, afectará al 100% a la calidad y duración de tu sueño», dice la profesional de la salud holística Monica Hershaft. «La cafeína sobreestimula las glándulas suprarrenales y estresa la tiroides. Te pone en un estado de alerta constante». Si te pones a tope a última hora del día, te resultará difícil conciliar el sueño y mantenerlo. Y no dormir lo suficiente puede causar estragos en tu piel-lo que nos lleva a nuestro siguiente punto.
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Demasiado de ese estimulante mañanero o vespertino puede llevar a frecuentes escapadas al baño. Y eso no es divertido, ya que arrastrar la vejiga al retrete puede ser un fastidio en medio de las reuniones o en los viajes por carretera. No sólo es un inconveniente, sino que la excreción de tanto líquido privará a la piel de la humedad vital que necesita para mantener el cuerpo hidratado. La cafeína también impedirá la producción de colágeno que mantiene nuestra piel firme y fortalece tus huesos.
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La cafeína es un vasoconstrictor -un agente que estrecha las paredes de los vasos sanguíneos- que podría elevar la presión arterial unos puntos en algunas personas o incluso hacer que se dispare en otras. Si su presión arterial está subiendo, lo que también puede ocurrir por el estrés, la genética y/o los efectos secundarios de la medicación, la nutricionista clínica Alyson Roux sugiere reducir la cafeína: «Se ha comprobado que reducir la ingesta de cafeína reduce la presión arterial, lo que disminuye el riesgo de enfermedades del corazón.»
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Ya que hablamos de la vasoconstricción, no podemos dejar de mencionar quizá la mayor ventaja de dejar la cafeína: ¡los temidos dolores de cabeza! Dado que el consumo de cafeína hace que los vasos sanguíneos se estrechen, la reducción o el cese de la ingesta permite que los vasos vuelvan a abrirse hasta alcanzar los niveles normales. El único problema es que este cambio repentino en el flujo sanguíneo puede provocar dolorosos dolores de cabeza por abstinencia que pueden ir de leves a graves. Si se deja el hábito, los dolores de cabeza disminuirán.
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Esto no tiene un efecto directo en tu cuerpo, pero un medio ambiente más saludable será bueno para todos nosotros a largo plazo. A medida que nuestro apetito por el café ha crecido, también lo ha hecho nuestro problema de residuos plásticos. «La cafeína puede costarnos más que beneficiarnos cuando generamos un exceso de basura de vasos y botellas de un solo uso», afirma la dietista titulada y autora Karen Giesbrecht. «Una parte importante de los residuos de las calles (también conocidos como cubos de basura de la ciudad) se llenan de envases de alimentos y bebidas». Con un gran coste para el medio ambiente, nuestra adicción a la cafeína contribuye a la cada vez más urgente crisis de contaminación por plástico.
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El consumo habitual de cafeína alterará la composición química de tu cerebro, de forma similar a la dependencia de las drogas. Los efectos iniciales de la abstinencia son los mismos: niebla mental, fatiga, dolores de cabeza punzantes, náuseas y/o síntomas similares a los de la gripe. El síndrome de abstinencia de la cafeína está incluso reconocido como un trastorno mental. El destete y el abandono gradual de la cafeína romperán el ciclo de adicción.
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Bien, no es otra correlación directa con tu cuerpo, pero un poco más de dinero en tu bolsillo puede ayudar a tu bienestar general. Esa dosis de cafeína puede hacer mella en tu cartera. Claro, gastar 4 dólares por un capuchino puede no parecer caro, pero con el tiempo puede sumar. Reducir la cafeína no te hará rico, pero ese dinero extra en tu cuenta bancaria es lo suficientemente tentador como para dejarlo.
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Este artículo fue publicado originalmente en una fecha anterior y ha sido actualizado.
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